Capítulo 37

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•Narradora•

Hyunjin terminó de comerse su aperitivo, así que seguía con el plato principal. Felix estaba súper sudado, tembloroso, ya se había venido dos veces y aún quería más. Le sonrió ladinamente y le acarició el pene al pelirrojo y se inclinó más a él para susurrarle en los labios.

- Cómeme ahora, novio - le dijo agitado, soltando suspiros y uniendo sus labios con los de su pelirrojo.

El mayor hizo caso y metió su pene por completo, no espero mucho y comenzó a moverse, Felix lo abrazó del cuello y el contrario de la cintura. Le daba estocadas fuertes, sacándole gemidos altos, los cuales a veces calla con un beso, después el pelirrojo comenzó a besarle el cuello y le mordió cerca de la curvatura del cuello y el hombro. El pecoso lamía la oreja del mayor y le metía su lengua, un nuevo punto erótico de Hyunjin, quien se hacía más grande en el interior de Felix, este sentía como crecía y sonreía.

- Me encanta saber... - decía entre cortado por cada estocada - lo grande... que te pones por mi.

- Y tú lo caliente que me pones - dijo mirándolo y poniendo una de sus manos en su mejilla - eres único.

Hyunjin comenzó a meter más profunda su polla y sintiendo el punto dulce del pecoso, quien al sentirlo, se aferró más al cuello del pelirrojo y cerraba sus ojos con fuerza, estaba por llegar a su siguiente orgasmo.

- Mierda... me lo vas a arrancar - gruñó el mayor agilizando sus movimientos.

- Te amo - soltó Felix de repente.

El mayor abrió sus ojos como platos y se vino con fuerza dentro del menor, quien enredó con más fuerza la cintura de Hyunjin y lo abrazó más.

Ambos se quedaron un rato así, ya que Hyunjin seguía virtiendo su carga en el interior del contrario.

- Yo también.

Felix soltó una risita y se separó poco a poco del mayor y miró su vientre, el cual se notaba un poco inflamado por lo mismo, aunque la punta del pene del mayor se seguía notando.

- Wow, eres demasiado grande, pero te tomo bastante. Míralo - se tocó - aún sigues y sigues llenándome.

- Te lo dije, hoy haremos muchos bebés.

- ¿Y ahora? - le miró de reojo.

- Mmm... ¿en la cocina?

- Que ardiente - le guiñó el ojo.

El mayor lo alzó sin sacarle su polla, mientras que mucho líquido chorreaba en la mesa y en el suelo. Camino así, mientras Felix lo besaba con intensidad y lo agarraba de los cabellos, el pelirrojo seguía creciendo dentro de él.

Llegados en la cocina, lo sentó en la mesa central de mármol y quitó algunos sartenes y platos que tenía, los cuales había ocupado para cocinar la cena.

- ¡Hey! - expresó Felix tomando una fresa - me encantan estas.

La mordió con una expresión lujuriosa mientras veía al mayor, quien aún metía y sacaba su pene del agujero del menor.

- Espera. Sácalo - le dijo.

El mayor no sabía que estaba pensando su novio, pero le obedeció.

Felix se bajó de la mesa y se paró frente a él y tomó un bote de chocolate líquido. Mojo una fresa y después se puso en cuclillas.

- Yo tengo... mucha hambre, ¿puedo? - le dijo mirándolo desde abajo y sonriendo.

- Adelante.

El pecoso comenzó a pasar la fresa con chocolate por todo el pene erecto del mayor, combinando sus rastros de semen con la fruta. Cuando termino, lo miró y pasó su lengua por sus labios, para proceder a lamerlo. Lo hacía lento, deleitándose el sabor que emanaba de este, lo metía profundo en su boca y lo sacaba.

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