Capitulo 20

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*** Cae la noche ***

•Narra Minho•

No sé si soy un imbecil o me estoy volviendo uno, pero solo puedo decir algo:
"¿Quién mierda te crees, Han Jisung?"

Si bien, soy una persona bastante fría, todos me caen de la mierda, solo son pretenciosos y se acercan a mí por mi dinero o mi supuesta fama y reputación. Mi madre fue una mujer muy reconocida por vestir a personas muy famosas e importantes, incluso al mismo Ryan Reynolds, era la mejor diseñadora de modas de mundo, yo realmente la amé, pero... falleció y nunca pude despedirme de ella.

Creo que eso es lo que aún no puedo aceptar, no puedo sacarlo de mi cabeza, me siento incompleto, y peor aún, sabiendo que mi madre pudo haber muerto por mi culpa. No puedo dormir, tengo pesadillas de aquel trágico día, todo se nubla dentro de mí y la única manera de poder descansar es... manteniéndome "ocupado" y morir del cansancio.

Algo bastante curioso que me ha pasado últimamente es que la presencia de ese jovencito ciego, me provoca una especie de calma, como si solo su existencia lograra calmar este pecho tan frío, ¿por qué? Ni yo lo sé, y apuesto a que a él le pasa lo mismo y no puede ocultarlo, siempre que me ve se pone nervioso, tiembla y se le enrojece hasta la nariz.

No quiero empezar a sentir nada por él, nada que me haga perder la cabeza, volverme un sentimental de mierda y tener más problemas con esa mujer que odio, pero que amé tanto, y no puedo decir si aún lo sigo diciendo.

Escuché cuando Felix entró al jacuzzi y abrí la puerta que conecta ambas habitaciones lentamente. Observé la bonita espalda y cintura del ciego y no pude evitar morderme el labio y caminar hacia él, tomarlo de su pequeña cintura y susurrarle al oído:

- Tu y yo haremos otra cosa hoy.

Sentí como se estremeció ante mi tacto y como comenzó a respirar agitadamente ante mi susurro.

- Pero... - susurro también.

- Te esperaré en el lobby, muñequito.

Lo solté y salí de ahí.

Me senté en el sofá que hay junto a la ventana y me serví una copa de aquel delicioso vodka.

- No se quien carajo eres, de dónde vienes o si eres un marciano, solo puedo decir que... realmente eres hermoso - dije en voz alta.

- ¿Quién? - maldito Hyunjin.

- Qué.

- Sí que andas medio idiota, Min - dijo secándose el cabello tras haberse dado una larguísima ducha.

- ¿Disculpa? - me sentí ofendido.

- Oh, sorry - dijo tapándose la boca - pero, enserio, como que andas muy distraído, ¿qué te pasa? ¿Es por...? ¡Ya sé! ¡Es el muñeco, verdad!

- Cállate, por favor - chasquee la boca.

- Di la verdad, te he visto mirarlo muy insistente. Además, me di cuenta que desde que lo viste por primera vez, independientemente de su ceguera, realmente te llamó la atención, ¿o no?

- Dices pura idiotez, mejor apúrate a arreglarte porque Felix es demasiado impaciente cuando de salir se trata.

- ¿Y tú cómo lo sabes? ¡Ah, cierto! Eran mejores amigos hasta que yo llegué.

- Claro que no. Sabes que, saldré un momento.

- Oye... pero, ¿no irás con nosotros? Yo creo que Lix no querrá ir solo conmigo si no va Jisung - dijo poniéndose una fina camisa roja Versace.

- Tus encantos son prudentes para convencer a cualquiera, incluso al erizo de Felix.

- ¿A dónde irás con el muñequito? Sabes que si le haces algo, Felix te matará. Agradece que aún no se ha enterado de que le pusiste ya las manos...

Aunque no te pueda verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora