"Hay labios que son tan finos, que en vez de besar, cortan."
-Paul Charles Bourget
—¿Sabes Matt? —Alyson desliza su dedo sobre mí abdomen, haciendo un recorrido hacia mí pecho, apoyando la mejilla en su otra mano—. Cuando conocí a tu hermano era muy diferente, aunque tengo claro de que solo aparentaba serlo.
Observa sus dedos acariciando mi piel, con la misma expresión que contemplé en ella la vez en la que la saqué de la cabaña.
—Era divertido y siempre me hacía reír —Hace una mueca con la boca—. Supongo que todo el mundo cree que me enamoré de él porque era el típico malote, rebelde y sin causa, pero me hacía sentir única y especial, como si solo existiésemos él y yo.
Traga con fuerza, y me incorporo lentamente, apoyando la espalda en el cabecero de la cama.
—No hace falta que hables de ello —susurro cuando veo su labio inferior temblar, pero niega con la cabeza.
—Solía escaparme por las noches con él, en su preciada hyper naked, recorriendo las calles a toda velocidad y mientras el viento despeinaba mi cabello, dejaba atrás a mis padres y a toda la vida que tenía en aquel entonces, la cual sentía vacía y desastrosa —Suelta una pequeña risa—. Una de esas noches fue diferente a las demás, ¿sabes? Me llevó al claro del bosque donde aparcaste la camioneta de Paul, y sentados, me habló de las estrellas con un brillo en los ojos y una pasión en la voz que nunca había observado antes. Verle tan... Natural, creo que fue el punto sin retorno, aquel en el que traspasas el umbral y te acabas enamorando tan profundamente que acaba dándote completamente igual todo lo demás.
La observo en silencio cuando sus ojos se inundan de lágrimas, pero no se permite llorar, apretando los labios con fuerza.
—Pero todo cambió tan... Rápido. Creía que la cabaña sería nuestro nuevo hogar, ¡si hasta tenía ropa de chica completamente nueva en el armario! —Inspira profundamente y deja escapar un largo suspiro—. Comenzó a mentir, a desaparecer durante días por discusiones que no tenían sentido y de las que me echaba la culpa, como si fuese a abandonarlo o realmente no le quisiera. Intentaba ayudarlo Matt, te lo juro, con todas mis fuerzas —Se pasa las manos por el pelo, colocando algunos mechones detrás de sus orejas—. Pero todo estaba tan mal... Explotaba a la mínima y me hacía creer que era tan despreciable que iba a perder lo único que me quedaba... A él.
Hace una larga pausa.
—No sé cuantos días lloré desconsoladamente tirada en el suelo del baño, llena de moratones y metida hasta las cejas de cosas que nunca me habían gustado, odiándome y despreciándome. Me sentía la peor persona del mundo, y seguramente lo fuese. —Se frota la sien, frunciendo el ceño—. Tardé en darme cuenta de que ya no estaba enamorada, solo tenía dependencia, como cuando empiezas con las drogas por curiosidad y cuando quieres dejarlas no puedes porque eres adicta.
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Antes de la Apuesta (2)
Любовные романыSEGUNDA PARTE DE APUESTA ¿CONSEGUIDA? Matt siempre creyó que el destino estaba escrito en las estrellas, pero nunca imaginó que el suyo estaría tan entrelazado con el de Alyson. Desde el primer momento en el que la vió, supo que ella era diferente...