SEGUNDA PARTE DE APUESTA ¿CONSEGUIDA?
Matt siempre creyó que el destino estaba escrito en las estrellas, pero nunca imaginó que el suyo estaría tan entrelazado con el de Alyson. Desde el primer momento en el que la vió, supo que ella era diferente...
"Amo la luz en tus ojos y la oscuridad en tu corazón."
-Valentine - 5 Seconds Of Summer
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Al despertar alargo el brazo para alcanzar el móvil que tengo cargando en la mesilla. Desbloqueo la pantalla, mirando la hora y mandándole un buenos días acompañado de un sticker con un mono a Alyson antes de desperezarme e incorporarme. Me pongo unos calcetines y bajo las escaleras, encontrándome a Paul conversando animadamente con mi madre mientras preparan el desayuno. Bostezo sentándome en uno de los taburetes y giro sobre mí propio eje.
—Qué madrugador estas hoy, hijo.
—Eso es porque tiene una cita. —le lanzó una mirada asesina a Paul, que comienza a carcajear.
Annie besa mi frente y me revuelve el pelo.
—Así me gusta hijo, que sigas cuidando algo que ya tienes sin darlo por sentado.
Pongo los ojos en blanco y agarro uno de los vasos de zumo de naranja, acabándomelo casi en su totalidad de un trago.
—¿Crees que papá me dejará coger el coche? —pregunto en un susurro y mi madre me observa horrorizada.
—¿Cuándo fue la última vez que cogiste un coche?
Gruño para mis adentros, chasqueando la lengua y parando de dar vueltas en el asiento. La última vez que conduje fue cuando me saqué el carné hace unos meses. Que lo tuviera no era algo que me hiciera extremadamente ilusión, pero mi padre pensó que era un buen regalo de cumpleaños para mi mayoría de edad. Iluso.
—Puedes preguntarle, seguro le hace feliz que se lo pidas de una vez.
Sonrío jugueteando con él piercing de mi labio mientras Paul deja un plato con varias tortitas delante mía, sentándose a mi lado y guiñándome el ojo.
—Si no te lo deja te doy las llaves de la furgo de mi viejo. No es lo que se podría decir el vehículo del romance, pero sí mejor que el autobús público.
Para cuando baja Robert ya casi hemos terminado el desayuno. Me mira, otra vez, con cara de desilusión, por lo que opto en cerrar la boca y no preguntarle nada. No quiero tentar a la suerte. Me dedico a terminar mi plato y ver como el resto charla de forma alegre sobre cosas que ni me van ni me vienen.
—Escuché ayer por la radio mientras venía en el coche que habrá Cuadrántidas y que se podrán observar desde el bosque del pueblo este año.
Alzo las cejas. Sabía de sobra lo que eran las Cuadrántidas gracias a mi hermano Andrew y su pasión por la astronomía. Se trata de una lluvia de meteoros con actividad fuerte que la convierten en una de las más activas del año, junto a las perseidas de agosto o las gemínidas de diciembre. Un plan perfecto se me dibuja en la mente. Solo me hacen falta un par de mantas y picoteo vario.
