"He descubierto que las personas no son más que una capa tras otra de secretos. Crees que las conoces, que las entiendes, pero sus motivos siempre permanecen ocultos, enterrados en sus corazones. Nunca conocerás a nadie, aunque, a veces, puedes decidir confiar en alguien."
-Veronica Roth
—¡Hemmings! —La voz del entrenador Jones me hace levantar la vista del libro de autoayuda que me ha regalado Alyson, y lo cierro con frustración.
¿Qué puedo decir? El libro no es malo, pero no creo que leer un montón de palabras dispersas arreglen lo que siento roto, sobretodo teniendo en cuenta que me recuerda todo lo que quiero olvidar. Pero la veía tan emocionada, con el mismo libro para ella, que no he podido negarme.
Me pongo de pie y corro hacia el centro del campo. Lo último que quiero es darle más razones a Jones para señalarme delante del equipo, otra vez. Siento que ya me tiene en la mira, y que sabe que hay algo de mí no está bien. Mi frustración viene a raíz de todas las cagadas que he hecho, y no poder dar el cien por cien en cada entrenamiento o partido. Porque aunque aunque me muevo, corro, y paso el balón cuando lo tengo, mi mente está en otra parte. Pienso en Alyson, en cómo siempre parece tenerlo todo bajo control, sacando las fuerzas de donde no las hay para seguir.
Ella tiene la ayuda y apoyo de Susan, su terapeuta de Londres, con la cual hace videollamada una vez a la semana y hablan abiertamente sobre cualquier tema. Y yo... Yo solamente existo. No quiero hablar con la señora Vernon. Porque aparte de ser la madre de Leia, también es una de las mejores amigas de mi madre, por lo que no puedo soltar lo que siento. Me avergüenzan tanto mis pensamientos y comportamiento que no quiero compartirlo con nadie que me conozca, y mucho menos con Helen. Ni siquiera soy capaz de aceptármelo a mí mismo, ¿cómo voy a encontrar las palabras para explicárselo a alguien ajeno.?
Hoy regresa mi madre a casa, aunque sobre mi padre no ha dicho nada, sé que tienen problemas. Realmente los tienen desde que pasó lo de Andrew, y se han ido intensificando a lo largo de los años, pero no parecen querer luchar por el amor. Parecen dispuestos a seguir culpándose mutuamente, o a pagar sus frustraciones internas entre ellos, dispuestos a dejar que lo que les unió hace tantos años, se joda de manera irreparable.
Tengo muchas ganas de verla, de que asista a mi siguiente partido, aunque probablemente cuando llegue a casa después del entrenamiento estará llena de globos, y se encuentre con Paul haciendo pancakes en la cocina, con la música a todo volumen para celebrar mi cumpleaños como si fuese una fecha que celebrar. Seguramente Paul no tenga ganas de venir. Aunque hemos arreglado la situación, las cosas siguen tensas entre nosotros. Pero es casi imposible decirle que no a Annie. Suspiro y niego con la cabeza, siguiendo las indicaciones del entrenador hasta que hace sonar el silbato, lo que hace que todos desaparezcan en cuestión de segundos a los vestuarios.
Termino de recoger mis cosas, y antes de que pueda seguir a mis compañeros, Jones me intercepta en el camino, lo que hace que me muerda el labio, visiblemente molesto. Pero cuando va a abrir la boca, la entrenadora de las animadoras le llama, por lo que me escaqueo a toda prisa.
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Antes de la Apuesta (2)
RomansaSEGUNDA PARTE DE APUESTA ¿CONSEGUIDA? Matt siempre creyó que el destino estaba escrito en las estrellas, pero nunca imaginó que el suyo estaría tan entrelazado con el de Alyson. Desde el primer momento en el que la vió, supo que ella era diferente...