16. Fiesta de disfraces

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"Hay peleas de un minuto que te roban toda la vida."

-Eyedea



—Venga —sigue insistiendo Alys, poniendo morritos e hinchando los mofletes—

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—Venga —sigue insistiendo Alys, poniendo morritos e hinchando los mofletes—. Será divertido.

Ruedo los ojos y chasqueo la lengua, reprimiendo una risa. No sé a quién me recuerda ahora mismo... Jugueteo distraídamente con un paño de cocina antes de ponerme de espaldas a ella, viendo como la bolsa de palomitas gira dentro del microondas.

—¿Estás segura? Quizá sea mejor quedarnos en casa y tomarlo con calma.

Se acerca a mí con una sonrisa, tomándome de las manos cuando el olor a mantequilla y los pop inundan la pequeña cocina de Alyson.

—Necesito distraerme un poco. Salir y divertirme —Hace una pausa para llenarse el vaso con hielos de Coca-Cola—. No quiero quedarme aquí y comerme la cabeza pensando en todo eso.

Suspiro nuevamente, mordiéndome el piercing y recargándome en la encimera, subiendo las mangas de mi camiseta hasta los codos. Sé que enfrentar una fiesta repleta de gente alcoholizada no será fácil, ni para ella ni para mí. El reciente mensaje anónimo sobre su vida pasada, casi a la misma vez que ella lo había recordado ha sido el tema de conversación de todo el instituto. A pesar de que a Alys parece no importarle, sé que cada comentario susurrado sin ningún tipo de respeto o empatía es un puñal directo a un fracturado presente que no sabe como seguir sosteniendo. Aún así me sigue sonriendo como si nada pasara, sosteniéndome la mirada.

—Necesito hacer una vida normal y dejar de una vez el pasado atrás. —Saca la bolsa de palomitas, vertiendo el contenido en un bol grande de cristal.— Necesito empezar de cero y realmente me da igual que la gente sepa quién soy y lo que pasó. Al final esa parte de mi vida sigue siendo mía. Da igual lo que digan o piensen, solo la gente cercana sabe lo que realmente he pasado, no puedo ocultarme eternamente.

Sonrío de lado, rodeando su pequeña cintura con mis manos y recostando mi cabeza en su hombro.

—No quiero ser valiente, solo... —Se gira para mirarme directamente—. Feliz. Ser una chica normal con una vida normal ahora que puedo.

—Eres la chica más valiente que conozco —Beso su mejilla antes de llevarme una palomita medio quemada a la boca—. Y preparas una pasta espectacular.

Suelta una leve carcajada, observando con desilusión las palomitas chamuscadas. Me acerco a ella, abrazándola nuevamente y dejando que su cuerpo tiemble ligeramente debajo de mis brazos.

—Y no te preocupes por las palomitas. —Bromeo—. Puedo vivir comiendo un poco de carbón de vez en cuando.

Golpea mi hombro antes de fruncir el ceño, apoyando nuevamente su frente en mi pecho. Realmente me siento muy orgullo de Alyson. Porque a pesar de todo lo que ha vivido y de todas las batallas que ha tenido que librar sigue aquí. Sé que es fuerte, mucho más que aquella chica tímida y llena de inseguridades que conocí hace unos años. Alyson sigue brillando, como siempre ha hecho, pero ahora su luz es más intensa que nunca, aunque no sea capaz de verlo en este momento.

Antes de la Apuesta (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora