"Prefiero romperme a mí antes que no permitirte brillar."
-Waditah Write
La ambulancia llega rápido, pero no lo suficiente para mí. Cada segundo que pasa se me hace una eternidad, ya que el dolor se intensifica. Escucho fragmentos de conversaciones a mi alrededor, pero no puedo prestar atención a ninguna. La sangre burbujea en mis oídos y los alaridos que salen de mi boca cada vez parecen más animales.
—Es grave. La rodilla está completamente desplazada.
—No puede moverse solo. Estabilicen la pierna y llévenlo al hospital.
Alys sigue a mi lado, con sus manos en las mías, pero su rostro está pálido. Trato de enfocarme en su mirada, de aferrarme a ella para aliviar el sufrimiento físico que me carcome por dentro. Sus labios se mueven, pero no puedo escucharla claramente. Todo está envuelto en una nube espesa de dolor y confusión. Siento una presión en la pierna, y luego un pinchazo. Algo frío comienza a correr por mis venas. Un alivio leve, aunque no suficiente.
Los jugadores de ambos equipos se han detenido, formando una especie de muro alrededor de mí, algunos miran en silencio, otros en voz baja se preguntan qué pasará. Pero todo eso me resulta lejano. Solo veo los ojos de Alys y siento el dolor que ha comenzado a desvanecerse lentamente con la inyección.
—Te llevarán al hospital —dice alguien, tal vez uno de los paramédicos, aunque no puedo estar seguro.
Trato de asentir, pero mi cuerpo no responde como quiero. Me siento mareado, impotente. De repente, todo se convierte en un cúmulo de preguntas sin respuestas. ¿Qué significa esto? ¿Cuánto tiempo estaré roto? ¿Voy a poder jugar de nuevo?
Me suben a la camilla, y mientras lo hacen, veo al entrenador Jones con la cara tensa. No se mueve, solo asiente una vez, en señal de apoyo o quizá de resignación. Sabe, al igual que yo, lo que esto podría significar. Mis compañeros están ahí también, algunos con las manos en la cabeza, otros dándome palmadas suaves en el hombro mientras me levantan. El silencio se ha apoderado de todo el estadio.
Pero lo que realmente me golpea es la mirada de ese ojeador, sentado en las gradas. No sé si él se da cuenta de que lo estoy viendo, pero lo hago. Está anotando algo en su libreta, sin levantar la vista. ¿Lo habrá anotado todo? ¿Este es mi fin? ¿Tendré otra oportunidad de volver a patear al balón o mi vida dejará de ser el fútbol? ¿Perderé la oportunidad de una beca?
Me siento pequeño, insignificante. Todo por lo que he trabajado durante tantos años, lo único que me ha mantenido cuerdo y sereno, se disuelve como si nunca hubiera existido frente a mis ojos.
—No pienses en eso ahora —murmura Alys, inclinándose sobre mí, apretando mi mano con fuerza mientras me trasladan fuera del campo—. Aún no sabemos qué tan grave es, así que por el momento intenta ser positivo, ¿sí?
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Antes de la Apuesta (2)
RomanceSEGUNDA PARTE DE APUESTA ¿CONSEGUIDA? Matt siempre creyó que el destino estaba escrito en las estrellas, pero nunca imaginó que el suyo estaría tan entrelazado con el de Alyson. Desde el primer momento en el que la vió, supo que ella era diferente...