Despedirme fue la peor parte.
Nunca había dejado El Recinto más que unas pocas horas y nunca había tenido que explicar mis razones o tenido que abrazar a alguien antes de irme. Karol y Curtis no se lo tomaron bien, pero sustituyeron el enojo por confusión cuando se dieron cuenta de que Orión estaba de acuerdo.
Bueno, no estaba exactamente de acuerdo. Pero al menos vieron que no iba a detenerme.
Le di un beso en la frente a Yara y solo le dije que iba a acompañar a Asher a la frontera. En unas horas quizás se le olvidara y estuviera preguntando por mí, pero no quería alterarla diciéndole que iba a entrar a la ciudad. Ella ni siquiera quería que Asher se fuera del Recinto, incluso le había dicho que estaba mejor con nosotros que con ese grupo de "cerdos egoístas".
Asher le había sonreído en respuesta.
Orión se limitó a darme un ligero abrazo y decirme que tenga cuidado. Me pareció verlo más interesado en clavarle los ojos a Asher. Cómo si estuvieran compartiendo una conversación.
Solo esperaba que no le tuviera resentimientos por permitirme ir con él. Al fin de cuentas había sido mi idea. Mi responsabilidad.
Hunter nos llevó hasta el puente en ruinas. Vanix estaba aproximadamente a diez kilómetros pero Asher y él decidieron que era mejor dejarnos aquí. Llegar a la ciudad en la misma camioneta que había recogido los suministros hace dos semanas podía llamar la atención de los guardias.
Asher y yo tomamos nuestras mochilas y bajamos del auto. Hunter hizo lo mismo y nos señaló el camino.
—Recuerdas la ruta, ¿verdad, Loi?
Asentí. Había sido hace mucho tiempo pero aún lo recordaba.
—Por cierto, ¿cuándo vengo a buscarte?
—No me estás dejando en una cita, Hunter. Aún no sabemos qué tiempo va a tomar.
Asher cruzó los brazos en mi dirección.
—Viernes 23 de noviembre. 7:00 AM. En dos semanas. Vas a regresar con él en la próxima entrega de suministros.
Recitó las palabras cómo si se las hubiera aprendido desde los diez años.
—¿De qué hablas?
—Cuando terminemos vas a quedarte en uno de los barcos de la orilla y vas a esperar a Hunter.
—Me gusta el plan.
Miré a Asher incrédula, pero iba a esperar a que estuviéramos solos para discutir el tema.
Hunter me atrajo a un abrazo.
—No hagas nada estúpido, Loi. Lo sabré.
—Yo también te quiero, Hunter.
Él me besó la frente antes de girarse hacia Asher. Le tendió la mano para estrecharla.
—Me caes bien, ricachón, pero si Eloise regresa con un rasguño siquiera vas a desear no haberte subido en mi camioneta la primera vez.
Asher alzó las cejas un segundo antes de suspirar.
—Entendido. Y gracias por haberme dejado subir, de todas formas.
Él palmeó su hombro antes de subir al vehículo.
—Deberían llegar a la ciudad en unas dos horas si no se detienen. Intenten no hacerlo. Los que viven aquí no suelen ser tan amigables.
***
Asher y yo empezamos a caminar tan pronto Hunter dio la vuelta para regresar al Recinto.
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Corruptos [PRIMERA PARTE]
RomanceÉl tiene la oportunidad de cambiarlo todo. Ella está dispuesta a arriesgar su vida. Después de La Crisis, solo las familias privilegiadas pueden permitirse vivir en Vanix. Una ciudad de poder desmedido y lujos excesivos que ningún ciudadano pensaría...