CAPITULO 11 (ASHER)

8 1 0
                                    

Cuando Eloise decidió contarle el plan a sus amigos le insistí que prefería estar lejos de esa conversación. No me escuchó porque quería que respaldara sus ideas, creyó que sus amigos serían más comprensivos que Orión.

Cómo temía, Hunter estaba a punto de golpearme. Iris también. Él único que parecía medianamente molesto era Luke.

Estábamos reunidos en el almacén de suministros sentados encima de las cajas.

—¿De quién fue la idea? —preguntó Iris.

Hunter estrechó los ojos hacia Eloise antes de señalarme.

—¿No es obvio? Pero la pregunta es: ¿Por qué estás de acuerdo?

—No lo estaba.

—Pero ahora lo estás.

—Solo me di cuenta de que ella volverá a amenazarme si no lo hago.

—Pues discúlpala, a veces tiene estos pensamientos suicidas que...

Eloise lo golpeó en el hombro.

—Basta, Hunter. El plan es simple y solo serían unos días.

Su optimismo era un digno de preservar para las próximas generaciones. El plan era, más bien, simplemente complicado.

Luke cruzó los brazos sobre su pecho.

—Estás loca, Loi... Pero ya que te vas, ¿me traerías otra linterna cuando regreses?

Iris lo empujó tan fuerte que el pobre chico se tambaleó en la caja.

—¡¿Qué diablos te pasa?!

—¡¿Qué?! ¡Puede traficar cosas útiles!

Hunter los ignoró mientras se ponía de pie para acercarse a mí. Su cabello estaba suelto sobre sus hombros y la camiseta marrón que traía estaba rasgada haciéndolo parecer más intimidante.

—Si va contigo, ¿vas a mantenerla segura?

Arqueé una ceja hacia Eloise. Esperando que recuerde mis términos.

—Lo haré —dije—. Supongo que estaremos bien si ella hace lo que le digo.

—Entonces estará muerta en dos días.

Eloise respiró exasperada.

—¡Voy a escucharlo! ¡¿Bien?!

Iris la miró cómo si temiera por la vida de su amiga, pero al mismo tiempo sabía que era lo suficiente terca para decirle algo que funcionara.

—¿No vas a cambiar de opinión, Loi?

—No.

—Entonces al menos duerman en cuartos separados, puede que te resulte más atractivo si pasas más tiempo con él.

Aquello casi me hace reír, pero por la forma en que Hunter le gruñó en respuesta supe que para él era cómo si le hubiera provocado una pesadilla.

—Es tu turno de cerrar la boca, Iris.

Eloise alzó las manos.

—Ambos deberían cerrar la boca. Estaremos bien.

Hunter la miró con escepticismo.

—Estoy considerando usar las sogas de mi camioneta para otra cosa.

Ella se levantó para palmear su espalda. Duro.

—Me conmueve tu papel de hermano mayor pero... ¡Soy una adulta!

—Nunca has salido del Recinto, considérate una recién nacida.

Corruptos [PRIMERA PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora