CAPITULO 18 (ELOISE)

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Sentí el impulso de mirar sobre mis hombros después del aviso de Patrick. Asher mantenía la calma, pero aún así lo notaba más rígido y atento.

Tenía que admitirlo. Su familia me ponía los pelos de punta y ni siquiera la conocía aún. Por las historias de Asher no tenía ningún interés en hacerlo. Era horrible saber que lo habían menospreciado solo porque su madre era de Las Afueras.

Seguía siendo su sangre y las personas que él había creído que lo amarían.

Asher se mantuvo a mi lado cuando salimos del restaurante. Su mano ligeramente tocaba mi cadera cómo si estuviéramos en una caminata normal por la cubierta del barco. Estaba decorada con bombillas amarillas y se escuchaba una ligera melodía desde el interior de los salones.

Se detuvo para apoyar la espalda contra la barandilla. A nuestra izquierda se extendía el mar que reflejaba todas las luces, tanto de los barcos cómo de la ciudad. Era una bonita vista.

—¿Qué hacemos aquí? —pregunté.

—Disfrutar nuestra última noche sin sentir que estamos en problemas al 100%.

—¿Ahora estamos en un 60%?

—Exacto. Tenemos unas horas antes de que todos los ojos estén en nosotros.

Apoyé las manos en la barandilla de metal. Me quedé unos minutos en silencio mientras observaba las luces en el agua. El sonido de las olas chocando contra el barco apagó los murmullos de las personas a nuestro alrededor. Pensé en dónde me encontraba ahora en comparación a esta mañana. El propósito de todo este viaje cruzó por mi mente con imágenes borrosas.

—¿Cómo lo haremos? —solté de repente en un susurro—. Quiero decir, realmente no sé por dónde empezar.

—Lillian e Iván pueden saber algo sobre tu madre, le preguntaremos.

—¿Qué hay de Pix?

—Un paso a la vez, Eloise. El Asilo está a unos metros de nuestra casa, encontraremos la forma de obtener información. Quizás pueda pedirle a mi padre que convenza a Viktor de dejarme entrar.

Me giré hacia él.

—¿Tienes ese horrible lugar en tu patio trasero?

—Fue idea de Viktor. Lo trasladó cuando mi abuelo murió.

—Está loco.

—Espera a que lo conozcas. Tu percepción de él empeora con cada día que pasas a su alrededor.

Hice un sonido de disgusto.

—¿Por qué tuvo que ser ese idiota quién tomara el mando?

—Fue el único que se ofreció. Además, a mi padre solo le interesan los turistas. Mi tío Frederick no pasa más de tres semanas en la ciudad y mi tía Irina está muy ocupada dirigiendo la casa. Viktor pudo quedarse con todo lo demás e hizo lo que se le vino en gana. —Suspiró—. Arruinó la memoria de mi abuelo al convertirlos en esclavos.

—¿En otras ciudades es así?

Asher apretó la mandíbula, como si le costara admitir la verdad.

—No. He visitado cada una de ellas y ninguna es cómo Vanix. La clase trabajadora tiene una comunidad que es apoyada por las familias de la ciudad. A cambio de sus servicios se les da un hogar y sus Recintos son bien equipados con todo lo que necesitan. —Asher se detuvo a echarme un vistazo—. Frania es uno de los mejores en ello.

Ignoré la punzada en el pecho ante ese dato sobre "mi ciudad".

Son buenas personas, aparentemente.

Corruptos [PRIMERA PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora