dieciocho

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Algunos días pasaron hasta que llegamos al día de la competencia, a decir verdad me la estaba pasando bastante bien con Spreen, era un roomie genial

—¡Apuráte Mulán!.— pidió Spreen desde el otro lado de la puerta —Si no salís en diez minutos te vas sola.— 

Al parecer no entendía que yo necesitaba bastante tiempo para arreglarme y más tratándose de un evento tan importante

—¡Ya voy, espera!.— grité mientras me maquillaba un poco 

A pesar de que ya tenía días en Argentina, mi maleta no había aparecido así que incluso estaba usando productos nuevos para esta ocasión, sin duda no habría alguien con más dedicación que yo hoy

Pasaron poco más de 20 minutos hasta que estuve lista y me levanté a verme en el espejo, pero al hacerlo sentí como si los latidos de mi corazón subieran hasta mi garganta, me sentí un poco mareada así que volví a sentarme 

Cerré un poco los ojos hasta que supe que estaba mejor, escuché que la puerta se abrió y ahí estaba Spreen, me miró algo intrigado 

—¿Te sentís bien?.— cuestionó acercándose a mí —Venía a reclamarte que te estabas tardando, pero andas pálida.— 

—Quizás solo es el maquillaje.— intenté justificarme para no preocuparlo, aún así quería quedarme sentada unos segundos más —¿Ya nos vamos?.— 

Asintió mientras miraba mi atuendo a detalle, después solo sonrió burlón 

—Tenes alta obsesión con Micha, ya hasta me das miedo boluda.— empezó a reír 

—Ni que estuviera disfrazada de gato.— me crucé de brazos 

Tomó mi mano para ayudarme a levantarme y después me dio una vuelta para verme más a detalle 

—¿Por qué te pones un vestido negro, unas botas blancas y unos guantes de ese mismo color?.— cuestionó —Pará, ¿Quién se pone guantes blancos?, iremos a jugar, se te van a ensuciar.— 

—Pensé que se verían coquetos.— murmuré mientras me los quitaba y los dejaba en una mesita cercana —¿Así estoy bien?.— 

—Re bien.— respondió con una pequeña sonrisa —Ya vámonos o llegaré tarde a mi propio evento.— 

Tomé mis cosas y simplemente salimos de su hogar, mientras lo hacíamos simplemente teorizábamos quienes tendrían más oportunidad de ganar, yo no tenía mucha fé en mí, pero él me estaba animando bastante 





(.....)

Estaba sentada esperando que todos terminaran de preparar lo que faltaba para iniciar con el torneo, igual aún faltaban algunos participantes en llegar así que esto se estaba haciendo más aburrido 

—¿Qué hacés?.— cuestionó Carre sentándose a mi lado

—Nada, solo estoy esperando.— reí un poco 

—¿No te sentís aburrida?.— preguntó ahora —Todos traen re buena onda y vos pareces marginada sentándote acá, sola.—

Era cierto que los que habían llegado ya estaban jugueteando entre ellos, pero yo me sentía como una desconocida

—Aún me cuesta un poco socializar.— conté —Ya sabes, antes de conocer a Roier siempre fui "la marginada" de twitch.— 

—Sos la marginada porque querés.— debatió —Dale, te puedo presentar a quien quieras de acá.— 

Miré a mi alrededor, habían personas que jamás me imaginé conocer

—¿Me presentas a Nicki?.— cuestioné alzando una ceja 

—Puedo hacerlo.— me sonrió —Pero tenes que prometerme que no estarás de amargada sentada sola.— 

—Lo prometo.— sonreí también 

—Otra cosa.— exclamó y lo miré —Tenes que conocer a Angie también, quería hablarte, pero le dio pena.— 

Busqué con la mirada a la peliazul que se encontraba junto a otros chicos, pero discretamente nos miraba a nosotros, reí al ver que era obvia 

—¿Te me acercaste para presentarme a tu amiga?.— pregunté burlona 

—Pará, haré lo mismo por vos cuando te presente a Nicki.— se quejó en tono burlón —Además, creo que vos pegas bien con Angie.— 

—Bien, igual no me quejo.— sonreí —Mientras más amigas tenga será mejor para mí.— 

Rodri empezó a burlarse, pero de inmediato pensé lo que había dicho

—Olvídalo, no es mejor para mí.— dije y me miró —Si las chancludas se enteran que las ando engañando me van a funar.— 

—Su amistad da miedo, posta.— exclamó mientras se levantaba —¿Vamos?.— 

Asentí, me levanté y ahora un molesto dolor invadió mi pecho, fue inevitable no poner una mano en el área donde me dolía, era como si intentara calmarme 

—¿Qué pasa?.— cuestionó preocupado 

Él no sabía nada de mi condición, por lo que entendía solo lo sabía Spreen así que intenté tomar un poco de aire, pero el dolor persistía 

—No pasa nada.— hablé con dificultad —Solo necesito un poco de agua.—

El agua no solucionaría nada, necesitaba que se alejara un poco de mí, odiaba ver como la gente se preocupaba por mí 

—Quédate acá, ya mismo te la traigo.— aseguró mientras se iba prácticamente corriendo

Estaba en medio de muchas personas y el dolor cada vez aumentaba, no podía ni siquiera levantarme, solo rogaba para que Spreen no me viera prácticamente retorcerme del dolor y llamara a mi esposo.... El dolor sería pasajero, debía aguantar hasta que el evento terminara

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora