treinta y cuatro

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Seguí un rato con Carre, aún manteníamos una buena plática hasta que vimos la puerta abrirse y a Iván entrando

—¿Qué hacen acá?.— cuestionó burlón al vernos acostados en la alfombra

—¿Tú que haces acá? Yo te dejé con mi esposo abajo.— recordé riendo un poco

—Llegaron más visitas así que quise venir a buscarlos.— recordó

—A mí no me podés engañar, te hartaste de ver a más gente.— se burló Rodri —Vení, esto es re cómodo.—

Iván estuvo a punto de recostarse, pero le hice una señal para que antes me ayudara a levantarme así que lo hizo

—Pueden quedarse aquí, pero no toquen nada.— pedí mientras veía como Iván se acostaba en la alfombra, parecía seguirle la corriente a nuestro amigo

—No tocaremos nada.— aseguró Iván

—Pero si en un caso hipotético, alguien quisiera jugar un poco en tu computador...— Rodri hizo una ligera pausa —¿Cuál es la contraseña?.—

—El cumpleaños de Roier.— respondí —Pueden usar mi computador, pero no le descarguen nada.— condicioné ahora

Ambos me hicieron una señal estando de acuerdo con eso y simplemente salí de mi setup. Bajé prácticamente las escaleras para llegar a la sala, ahí miré a mi esposo junto a una parejita que le estaba mostrando algunas cosas que habían traído de su último viaje

—Hola.— saludé llamando su atención

—Ey, pero si es ______.— sonrió un chico de cabello largo mientras se levantaba para saludarme con un pequeño abrazo —¿Cómo andas?.—

Jamás me había llevado tanto con Missa, pero agradecía que cada vez que me veía me abrazaba como si fuéramos amigos de toda la vida

—Por fortuna estoy bien.— sonreí igual separándome un poco de él y caminando un poco para saludar a su novia —¿Ustedes cómo están?.—

—Bien.— respondió Mafer y de una pequeña bolsa sacó un paquete de chocolates que me dio —No sabía que era lo que te gustaba, pero te traje esto de cuando fuimos a Corea.—

—No era necesario.— dije, no podía borrar mi sonrisa

—Si ella no los quiere dámelos a mí.— pidió mi esposo arrebatándome la pequeña caja, lo miré mal

—No seas así wey, a ti ya te dimos lo que te compramos.— se quejó Missa

—Pero lo de ella es mío y lo mío de ella.— discutió mi esposo —Además a mí me gustan estos chocolates.—

Me abalancé sobre él para quitárselos, él empezó a forcejear un poco conmigo

—No puedo creer que estemos presenciando una pelea marital por unos chocolates.— susurró Missa a Mafer, pero lo podíamos escuchar

Nosotros seguíamos discutiendo hasta que aquella caja salió volando al suelo, ambos de inmediato terminamos la pelea y nos aventamos directamente al suelo para ver quien los podía agarrar primero

—No puedo creer que lleguen tan lejos por unos chocolates.— dijo Mafer

—Son un par de pendejos, con razón son novios.— se burló Missa al ver como yo por fin había ganado y me había quedado con los chocolates

—Esposos.— corrigió Roier mientras se levantaba y me ayudaba a levantarme

Nos sentamos en el sillón y abrí los chocolates mientras mi esposo acomodaba mi cabello, partí aquel dulce para darle un poco

—Tan fácil que era compartir.— empezó a reír Mafer

—Para ustedes es fácil, llevan años siendo novios.— discutí comiendo un poco de chocolate

—Pero ustedes ya están hasta casados.— dijo Missa —Hasta yo fui a la boda, estuvo muy buena.—

Yo realmente no recordaba a muchos de loa invitados, había sido el mejor día de mi vida, pero mis recuerdos eran bastante dispersos

—Como sea.— habló mi esposo —La navidad que tengo planeada será superior a cualquier boda.—

Sentía que ese último comentario era para molestarme un poco, no sabía que afán tenía por pelear conmigo. ¿Acaso era porque lo había dejado con Iván para que vivieran su "momento romántico"?

—No voy a caer en provocaciones.— dije y escuché como los demás rieron

Missa y Roier empezaron a hablar sobre un viaje que querían hacer juntos, yo solo escuchaba atenta para después molestarlo por no avisarme que se iría

—Nos vamos a finales de enero.— avisó Missa

—¿Cuántos días me quitarás a esta desgracia llamada Sebastián?.— cuestioné a Missa —Te voy a agradecer si me quitas esa carga por más de una semana.—

Mi esposo me miró mal, yo en el fondo quería que me dijera que solo se lo llevaría 2 días, odiaba pensar que nos separaríamos más tiempo y eso además me pondría preocupada por mi estado de salud

—Yo creo que nos vamos una semana y media.— respondió Missa

—¿Tanto tiempo?.— cuestioné sin pensarlo, todos me miraron —¿Vas a dejar sola a Mafer?.—

—A mí no me importa, sé que volverá.— respondió aquella chica —Además me da tiempo de hacer unas cosas pendientes.—

Sabía que esto era su venganza por el viaje que yo hice a Argentina, pero igual no quería quedarme tanto tiempo sola

—A principios de febrero yo tengo un viaje para darle promoción a mi marca de maquillaje.— avisé algo que aún no le contaba a mi esposo —¿Crees regresar para acompañarme?.—

—No creo, estaré con mis amigos.— respondió y solo bajé la mirada

Sabía que lo decía bromeando por el momento, pero me sentí mal porque no me eligiera... solo fui ridícula

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora