dos

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Después de algunas horas salí de mi casa, iba agarrando la correa de Mushu. Aquel perrito empezaba a intentar adelantarse jalándome un poco, era claro que por el tiempo ya había crecido bastante pero aún era tan inquieto como un cachorro 

—¡Mushu!.— regañé poniendo más fuerza en su correa para que no pudiera jalarme con tanta facilidad 

Extrañamente Mushu no me hacía caso y me jalaba más hasta el punto de casi tirarme pero logré hacer que frenara aunque en eso había logrado lastimar mi mano con la correa. No estábamos muy lejos de casa así que podría volver pero prefería no hacerlo para no preocupar a Roier por esta pequeñez

—Vamos a visitar a la abuela, te quedas sin tu paseo hasta que te comportes.— dije molesta, quizás Mushu no me lo entendía pero quería demostrarle que estaba mal lo que hizo 

Mushu empezó a caminar más despacio así que supe que percibió mi molestia, caminamos juntos hasta casi una cuadra de la casa de mi suegra sentí que empezó a jalarme de nuevo pero esta vez si logró tirarme y arrastrarme pocos metros hasta que alguien lo detuvo 

—Mi niña, ¿estás bien?.— levanté la mirada para encontrarme a mi suegra, ella me ayudó a levantarme 

—Si.— sonreí mientras limpiaba un poco de polvo de mi ropa —Mushu se anda comportando mal hoy, creo que está en su adolescencia.— reí 

—No debiste pasearlo sola, ya creció.— me regañó 

—Su hijo tenía planes así que pensé en hacer algo tan básico sola.— indiqué —Además quería venir a visitarla, me alegra habérmela encontrado antes.— 

Ella sonrió y me quitó la correa de Mushu para llevársela, sabía que tenía más control del perrito así que confié en que podría llevárselo mientras caminábamos juntas 

—No te veía desde tu boda, te ves feliz.— habló y asentí, realmente había sido el mejor mes de mi vida —¿Cómo vas con lo de tu corazón?.— 

Sabía que se refería a la operación que había tenido hace tiempo pero todo iba increíblemente bien, ni siquiera recordaba que me habían operado

—Todo bien, según yo pronto tendré que hacerme unos estudios médicos pero solo son de rutina para checar que todo esté bien.— conté —Aunque hace rato recibí un mensaje de mi doctor pero ni siquiera lo revisé.— 

—Tu salud siempre debe ser una prioridad.— dijo —Deberías revisar el mensaje.— 

—Lo haré llegando a casa, no creo que sea nada grave.— tranquilicé —Conozco mi cuerpo y sé que estoy bien.— 

—No seas tan terca.— pidió —Quiero a mi nuera feliz y sana, no quiero que te pase nada.— 

—Se preocupa por mí igual que su hijo, me encanta tener una familia tan linda ahora.— sonreí —Revisaré el mensaje ahora para que vea que estoy bien.— 

Nos detuvimos y saqué mi celular, desbloqueé mi celular y entré a mis mensajes. Empecé a leer el mensaje del doctor y mi animo se desplomó hasta llegar al suelo

—¿Algo malo?.— cuestionó intentando leer pero se lo impedí guardando mi celular 

—No, todo bien.— mentí con una sonrisa —Solo era un mensaje para confirmar una cita de rutina.—

—Eso es bueno.— se alegró —Ahora vayamos a mi casa, te voy a preparar tu comida favorita.— 

Asentí fingiendo estar feliz aunque internamente quería llorar por lo que acababa de leer en mi celular pero debía controlarme hasta estar sola... aunque reprimir mis sentimientos podían ser dañinos 








(......)

Pasé toda la tarde con mi suegra, ella hablaba pero yo ni siquiera podía prestarle atención, incluso cuando intentó darme comida no tuve apetito para comer, sin duda eso empezó a preocuparla por como me miraba 

—Llamé a mi hijo para que viniera por ti.— avisó mientras se acercaba a donde yo estaba 

—No era necesario, yo le había dicho que volvería a casa.— dije intentando levantarme para irme pero ella me lo impidió 

—No puedes llevarte a Mushu sola, te va a tirar de nuevo.— en eso tenía razón —Además siento que algo te pasa, no quiero que estés sola.— 

Yo tampoco quería estar sola así que simplemente asentí y me resigné a esperar que mi esposo viniera por mí, no podía negarme a la idea de que me cuidara. Pasé casi una hora en la sala de la casa de mi suegra, no quería prender ni siquiera la televisión, estaba totalmente hundida en mis pensamientos 

Alguien tocó el timbre provocando los ladridos de Mushu, mi suegra abrió la puerta dejando entrar a su hijo, él se dirigió hasta donde estaba así que me levanté para abrzarlo fuerte y sin poder evitarlo empecé a llorar 

—¿Qué te pasa bonita?.— cuestionó preocupado y sin soltarme —Mamá me llamó muy preocupada por ti y ahora te pones así con un solo abrazo.—

No podía ni siquiera contarle lo que me pasaba, simplemente lloraba sin saber que pasaría con mi vida. 

El doctor me había enviado un mensaje para pedirme que fuera al hospital cuanto antes para hacerme un monitoreo exahustivo, al parecer después de mis últimos estudios y de mi último chequeo habían notado que mi cuerpo de alguna manera estaba rechazando el corazón. Yo no sabía que mi cuerpo podía rechazar el transplante después de tanto tiempo de la operación pero al parecer era posible y por eso, de un momento a otro, mi vida volvía a estar en riesgo. 

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora