tres

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Regresamos a casa, yo aún estaba en shock por aquel mensaje, realmente no sentía ni siquiera la fuerza para hablar. Estaba felizmente casada, tenía amigos y un buen trabajo ¿la vida me jodería todo? quizás mi destino siempre había sido tener un final trágico pero yo solo me empeñé en evitarlo 

—Regañé a Mushu y me pidió que te diera esto.— exclamó Roier así que lo miré, tenía una tasa en sus manos —Te hice chocolate caliente para ver si puedo sacarte mínimo una sonrisa, has estado muy callada desde que regresamos y no me gusta verte así.—

Agarré aquella tasa y me enfoqué en ver aquella bebida, no tenía nada de raro pero era imposible no hundirme en mis propios pensamientos 

—Mulán, me estás preocupando bastante.— dijo ganándose de nuevo mi mirada —Sea lo que sea podemos afrontarlo juntos, ¿no recuerdas toda nuestra historia?, no importa lo que pase siempre voy a estar aquí.— 

Él estaría aquí pero yo tenía miedo de marcharme. No podía dejarlo solo y tan solo pensar en lo horrible que sería para él enterarse de mi problema me hacía sentir culpable. Roier merecía estar con alguien que estuviera sana, no con alguien que tiene tan mala suerte como yo, él jamás debería sufrir y sé que aunque no quiera voy a hacer que termine llorando

—Yo...— iba a explicarlo pero no sabía muy bien que palabras debía ocupar, sin quererlo mis ojos nuevamente se llenaron de lágrimas 

Sabía que no debía ocultárselo, debía decírselo por si algo llegaba a pasarme pero esto era lo más difícil del mundo. Odiaba tener que darle malas noticias a mi esposo, desearía poder simplemente ser alguien normal que pudiera ofrecerle un buen matrimonio sin preocupaciones 

—¿Tú que?.— cuestionó al ver que estaba tardando 

Suspiré mientras dejaba por fin la tasa en una mesita que había un lado y tomé sus manos. Sus ojos también empezaron a llenarse de lágrimas y yo aún no le decía nada, era como si con mi tacto intuyera que algo estaba mal 

—Sé que soy muy complicada y ni siquiera sé porque el destino me pone tantas cosas horribles.— murmuré y él seguía esperando que soltara lo que tenía que decirle —Recibí un mensaje de mi doctor, tengo problemas con el corazón.— 

Su mirada se quedó perdida, como si estuviera procesando lo que acababa de decirle. Yo simplemente esperaba nerviosamente una respuesta hasta que las lagrimas empezaron a salir de sus ojos 

—¿Te van a operar de nuevo?.— cuestionó limpiando rápidamente sus ojos como si no quisiera que lo viera llorar 

—Aún ni siquiera sé que sigue, iré a una consulta mañana.— dije —Solo sé que mi cuerpo está rechazando el corazón.— 

Pude sentir como apretó mis manos pero después sonrió entre lágrimas que no paraban de caer, esa expresión de compasión por su parte hizo que yo llorara también 

—No me importa que tan complicado sea verte sana.— dijo —Vamos a seguir disfrutando esta vida y todas las que tengamos, no importa lo que pase, pasaremos esto juntos.— 

Siempre me apoyaría y eso era lo que más necesitaba en este momento. Sabía que se venía un proceso bastante largo; consultas médicas, estudios y bastantes decepciones aunque debía ser positiva.

—Sé que siempre me apoyarás pero no quiero encadenarte en esto, mi salud es trágica y no quiero que sufras por eso.— murmuré 

—Para mí siempre será un honor sufrir por ti.— exclamó —El amor es muy masoquista, sufriría por ti lo mismo que tú sufrirías por mí. Sé que si fuera al revés estarías a mi lado, no importa cuantas veces recaigas, siempre estaré para cuidarte.— 

"El amor es masoquista", era una realidad que ahora más que nunca podíamos comprobar. Odiaba la idea de sufrir por amor y odiaba pensar que provocaría sufrimiento en alguien que amara

—¿Hasta que punto estarás dispuesto soportar esto?.— pregunté algo insegura —Nada me asegura que me llegue a curar o que me llegue a salvar.— 

—Aferrarme a ti en este momento es el acto más puro y egoísta que haré.— avisó y mi mirada se transformó a uno de duda —Puro porque te cuidaré hasta saber que tu corazón estará sano, estaré para ti como siempre porque te amo, no intentes alejarme porque sé que sabes que esto me preocupa. Quiero que estemos como hasta ahora, nada me hará cambiar eso.— 

—¿Y por qué mencionaste que serías egoísta?.— cuestioné 

—Porque no te soltaré, ni hoy ni nunca.— dijo —Te quiero solo para mí y quizás con el poder del guion logremos salir de esta situación.—

Las cosas aún eran tristes pero esos pequeños comentarios me hicieron sentir más tranquila, sabía que nada malo pasaría entre nosotros pero... ¿qué pasaría si lo malo solo me pasaba a mí?

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora