cinco

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Después de esa consulta llegamos a casa, yo aún me sentía bastante desanimada pero mi esposo se comportaba como si nada hubiera pasado, eso de alguna forma me hacía pensar que las cosas seguían tan bien como siempre 

—¿Quieres que ordene algo para comer?.— cuestionó mientras me acercaba un vaso de agua

—Sí.— respondí —Realmente no quiero cocinar nada.—

—O si quieres también te puedo cocinar algo.— ofreció —Como en los viejos tiempos.— 

Sonreí un poco al recordar un par de veces donde Roier me había cocinado, sin duda quisiera poder regresar a esos tiempos

—Me gustaría mucho eso.— sonreí pero después lo pensé un poco —Pero ¿no te vas a tardar mucho, no?.— 

—¿Me vas a presionar?.— cuestionó riendo un poco 

—Quedé con Rivers de hacer una videollamada con las chancludas.— avisé y él lo pensó un poco manteniendo una sonrisita 

—Mientras tu llamada no sea con el oso de mierda ese.— se burló y lo miré mal aunque de inmediato cambié mi expresión 

—Me recordaste que debo llamarlo, me iba a proponer algo.— exclamé y su sonrisita se burló 

—Entonces creo que lo mejor será que ambos hagamos la comida para que así solo te de tiempo de hablar con tus amigas.— dijo y me burlé 

Mi esposo no solía ser celoso, ahora por alguna extraña razón había vuelto a comportarse de esa manera, quizás era para sacar un poco de sus sentimientos que todo lo de mi enfermedad le había provocado

—No quiero cocinar, ya te lo dije.— me crucé de brazos 

—Pues lo tendrás que hacer o no comeremos.— cruzó también sus brazos así que me quejé —Sin berrinches Mulán.— 

Suspiré y le di la razón, debía acceder a esto para que ambos estuviéramos más tranquilos 

—Bien, haremos juntos la comida.— dije y pude ver que se burló —Pero no creas que por esto me olvidaré de llamar a Iván.— 

—Como quieras.— sonrió aún victorioso 

Fuimos directamente a la cocina, mientras él me decía que había en el refrigerador yo le decía lo que podíamos hacer con esos ingredientes

—¿Sabes algo que siempre quise hacer pero nunca tuvimos la oportunidad?.— cuestionó y negué —Hagamos una pizza casera.— 

Teníamos los ingredientes para hacerla pero sentía que sería algo muy elaborado así que estuve a punto de negarme hasta que vi su carita como si me lo estuviera suplicando así que simplemente asentí 

—Pero te la comerás aunque nos quede mal.— advertí y asintió 

—Busquemos un tutorial en youtube.— propuso mientras sacaba su celular y buscaba el video 

Cuando tuvo todo listo puso el video y ambos empezamos a seguir los pasos, cada uno haría una pizza individual, al final nos habíamos desafiado en hacer un concurso y quien lo hiciera mejor podría ponerle un castigo al perdedor

—Siento que te ganaré en eso.— exclamó mientras cada uno empezaba a amasar aquella mezcla de harina que habíamos hecho, era cierto que la de él parecía tener más consistencia pero apenas estábamos iniciando 

—¿Se te olvida que te casaste con la mujer más competitiva de este mundo?.— cuestioné burlona y escuché su risa —Te ganaré y te pondré el castigo más humillante del mundo.— 

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora