veintiocho

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Dos días pasaron y ambos estábamos paseando por el centro comercial buscando regalos para la navidad. Aún no sabía que podía comprarle a Aldo, pero iba más con la idea de comprarle a mis amigas al menos pocos detalles

—Mira esto.— mi esposo me sacó de mis pensamientos

Lo miré y me estaba modelando un sombrero que encontró por ahí

—Me lo quiero llevar.— dijo mirándose al espejo

—¿De qué te sirve un sombrero de vaquero?.— pregunté burlona

—Quizás en el futuro lo use.— contó sin quitárselo —Cuando tengamos un rancho con caballos.—

—Ni que fuera "pasión de gavilanes".— me burlé mencionando una telenovela

Se quitó el gorro, pero lo puso en el carrito de compras así que reí. Íbamos recorriendo los pasillos mientras agarrábamos lo que pensamos que sería útil para la navidad

—¿Tú a quién le darás regalo?.— pregunté

—No seas chismosa.— me regañó y lo miré mal

—Sería justo que me lo dijeras.— dije y negó mientras seguíamos avanzando —Tú sabes a quien le daré regalo.—

—Yo organicé todo, así que solo yo debo saber.— sonrió burlón

Odiaba cuando mi esposo era invadido por el poder, era bastante corrupto.

Justo estábamos pasando por el pasillo de juguetes así que tomé una de las pistolas de dardos y la puse en el carrito, mi esposo me vio con duda

—Llegando a la casa te voy a fusilar.— amenacé

Él agarró otra pistola para ponerla en el carrito

—Te dije que mi sombrero serviría de algo, me ayudará a caracterizarme y darte en la madre.— dijo seguro de si mismo

—¿Vamos a jugar a armar una balacera en ma casa?.— pregunté

—Si piensas que dejaré que me fusiles estás muy equivocada.— respondió burlón

Los dardos dolerían, pero no me importaría

—Mi primera bala te dará en la cabeza.— dije cuando volvimos a avanzar

—La mía te dará en el corazón.— avisó y le di un pequeño golpe en el brazo —No mames, por un momento se me olvidó.—

Empezó a reír contagiándome de su positivo gesto así que también reí

—Invité a Spreen y a Carre a lo de navidad.— avisé de repente algo que había olvidado

Mi esposo detuvo el carrito y su sonrisa se borró, yo estaba extrañada por eso

—¿Quieres hacer la casa de los streamers?.— cuestionó y lo miré sin entender su reacción —Hace días estabas molesta por tener tanta gente en casa.—

—Lo pensé un poco y concluí que mientras más personas mejor.— le quité importancia —Si compramos colchones inflables podemos estar más de 25 personas en la casa, ya lo calculé y cabemos, aunque apretados.—

—25 ya son exageración Mulán, el niño se nos va a engentar.— se quejó refiriéndose a Mushu

—Podemos dejárselo a tu mamá.— solucioné —Además lo de 25 personas lo dije como calculo, solo serán tus invitados y los dos argentinos que yo añadí, quiero agradecerles por la buena onda que tuvieron conmigo.—

Volvimos a avanzar entre los pasillos, ahora él no decía nada

—Mi actividad del "amigo secreto" deberá repetirse.— se quejó

—Ahora tú eres el aguafiestas.— murmuré y me miró mal —Si quieres yo le puedo dar a Spreen, Spreen a Carre y Carre a Aldo.—

Pareció pensarlo un poco, quería tener la oportunidad de poderle dar algo a mi amigo

—Lo voy a pensar.— dijo

—Piénsalo rápido porque voy a ocupar esta salida para comprar el regalo.— recordé

—Sé que me diste una solución rápida, pero le quitaría un poco la esencia.— exclamó

—Lo demás saldrá justo como lo quieres, solo modifica eso para añadir a nuestros amigos.— pedí —Por favor guapoier.—

De nuevo empezó a reír, sabía que si lo alagaba no le quedaría de otra más que acceder a lo que le pediría

—Bueno, dios te escuchó y no le darás regalo a Aldo.— accedió y fue inevitable no hacer un pequeño baile —Pero no festejes, tampoco le darás a tu amiguito.—

—¿Entonces?.— cuestioné confundida

—Tu amigo secreto será el streamer más guapo y nalgón de esta temporada.— su tono era de superioridad

Reí al ver que estaba acomodando las cosas para que le diera un regalo a él, no había duda, era un adorable corrupto

—¿Y ese streamer guapo y nalgón lo conozco?.— cuestioné y su cara se transformó como si lo hubiera ofendido

—No puedo creer que no reconozcas algo bueno cuando literalmente lo tienes frente a ti.— soltó y avanzó más rápido dejándome atrás

Ahora sería más complicado pensar en un regalo para mi esposo, tenía que comprar algo sin que él viera que es, pero a su vez algo que a él le gustara

Tenía que pensarlo mucho, conocía a Roier y tenía unos estándares bastantes difíciles, muchos creían que podría conformarse con cualquier cosa pero no era así

Seguimos caminando por el centro comercial, yo con la mente ocupada en encontrar un regalo perfecto para Roier. No podía ser cualquier cosa; él era detallista, observador, y siempre encontraba un pero a todo. Necesitaba algo que lo sorprendiera de verdad, algo que lo hiciera sonreír y no pudiese anticipar. Mientras avanzábamos, mi mirada se detuvo en una tienda de gadgets y tecnología.

—¿Qué tal algo para sus streams?.— pensé en voz alta, pero rápidamente descarté la idea. Ya tenía todo lo necesario, desde cámaras hasta micrófonos de última generación. Tenía que ser más original.

Mientras tanto, Roier seguía entretenido mirando unas camisetas con frases graciosas. Yo seguía buscando en mi cabeza alguna idea brillante, no debía olvidar que él a veces era tan simple

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora