treinta y nueve

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La tensión no hacía más que aumentar, y aunque trataba de comportarme con normalidad, sabía que la situación no podía sostenerse mucho más.

Lo de Iván había sido un error, uno del que no era completamente responsable, pero también uno que no podía ignorar. Ya había hablado con Roier sobre lo que ocurrió, después de todo él había visto aquel beso, y aunque habíamos tenido esa conversación porque no quería causar problemas, las cosas al parecer no habían ido del todo bien.

Roier me había pedido que me alejara de Iván, y aunque entendía por qué lo decía, no podía evitar sentirme atrapada entre dos mundos. Iván era parte de mi vida, pero ahora las cosas eran complicadas. Estaba considerando lo que Roier me había pedido, pero la verdad era que no quería alejarme de Iván, no todavía

Después de la última broma, Roier me abrazó por detrás, pero no era el gesto amoroso de siempre. Sentí algo tenso en su toque, y me di cuenta de que las cosas entre nosotros estarían tensas mientras aquel argentino estuviera ahí.

La mirada de los demás seguía fija en nosotros, pero lo único en lo que podía pensar era en la conversación que había tenido con Roier. Iván, en cambio, miraba en silencio desde una esquina, era curioso como sentía que nosotros teníamos un problema que los demás ni se imaginaban, nadie más sabía lo que había pasado, excepto Spreen, Roier y yo

Sentí el brazo de Roier rodeando mi cintura, y aunque traté de mantener la calma, mi mente estaba lejos, ¿acaso él seguía dándole vueltas a lo de Iván? Sabía que Roier no era el tipo de persona que simplemente dejaba las cosas pasar, pero tampoco había querido presionar más el tema después de nuestra conversación.

—Deberíamos hacer algo más activo hoy.—sugirió Rivers, interrumpiendo el incómodo silencio que se había formado.

—Sí, lo que sea, menos quedarnos aquí hablando de nuestros problemas de pareja.— añadió Osvaldo riendo un poco, su comentario, aunque en tono de broma, golpeó de lleno mis pensamientos

Roier no respondió, pero apretó su brazo alrededor de mi cintura un poco más, como un recordatorio de la situación en la que estábamos. Opté por seguir la conversación casual que Rivers había iniciado, aunque el nudo en mi estómago no desaparecía, era la primera vez que me sentía así con mi esposo

—Podríamos salir a hacer algo que nos mantenga en movimiento. — sugerí buscando escapar de la incomodidad —Tal vez escalar, patinar, o lo que sea, no podemos seguir aquí atrapados.—

—Eso suena más a tu estilo.— comentó Juan con una sonrisa burlona, todos sabían que los planes que contenían actividad física no eran los mejores para mí

Spreen asintió interviniendo al fin.

—Algo que nos mantenga hasta la mente ocupada, buenardo.— exclamó

El grupo estuvo de acuerdo, y mientras discutían a dónde ir, sentí que la mirada de Roier seguía fija en mí, sabía lo que venía.

Nos estábamos preparando para salir cuando lo sentí tomarme del brazo, tirando de mí suavemente para apartarnos de los demás.

—Mulán, tenemos que hablar.— dijo en voz baja, su tono serio.

El nudo en mi estómago volvió con fuerza. Sabía que no podía esquivar esto para siempre. Lo seguí a una esquina más apartada, lejos del ruido de los demás.

—Ya hablamos de esto Roier.—dije con un suspiro, intentando contener la ansiedad —Sabes todo lo que pasó, estuviste ahí y aún así estás intranquilo, me pones nerviosa.—

—Lo sé.— dijo y noté que su mandíbula estaba tensa —Pero no es solo eso, te pedí que te alejaras de él, dijiste que lo pensarías y aún no lo has hecho.—

Sentí una oleada de frustración, pero también culpa. Sabía que Roier tenía razón, me había pedido algo muy claro, y aunque había considerado su petición, no había podido tomar una decisión definitiva.

—Roier, no es tan simple.— empecé, tratando de explicarme —Iván ha sido una parte importante de mi vida, y aunque entiendo por qué me lo pediste, no puedo simplemente alejarme sin más.—

Él me miró fijamente, sus ojos llenos de una mezcla de preocupación y decepción.

—No te estoy pidiendo que lo borres de tu vida.— dijo, su tono algo más suave —Pero necesito saber que nuestra relación es tu prioridad, que no vas a poner en riesgo lo que tenemos por alguien más.—

Sus palabras me golpearon con fuerza, y de pronto me sentí abrumada por la culpa, aunque también algo de molestia por su desconfianza. No se trataba solo de lo que había pasado con Iván, sino de cómo mi indecisión estaba afectando a Roier y a nuestra relación.

—Lo eres.— respondí, mi voz era más firme esta vez —Tú eres mi prioridad, solo... necesito tiempo para manejar esto de la manera correcta.—

Roier suspiró, su expresión todavía llena de dudas, pero asintió.

—Está bien.— dijo finalmente —Solo no me dejes fuera de lo que está pasando, si algo te incomoda o cambia necesito saberlo, no quiero sentir que estoy luchando solo en esto.—

Nuevamente me pedía que lo incluyera en mis asuntos, ¿acaso pensaba que no confiaba lo suficientemente en él?

—Te lo prometo.— dije, tomando su mano con fuerza —No quiero que sigamos así.—

Nos quedamos en silencio por un momento, procesando todo lo que se había dicho. Sabía que no habíamos resuelto todo, pero al menos habíamos comenzado a enfrentarlo.

—Vamos a intentar divertirnos hoy.— dijo con una pequeña sonrisa, aunque su expresión seguía algo tensa.

Asentí, sabiendo que este solo era el primer paso

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora