𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)

treinta y uno

—¡Sebastiaaan!.— grité alargando la "a" lo más que pude

De inmediato mi esposo apareció en la habitación con un vaso de agua

Llevaba dos días donde no me había levantado de la cama, solamente lo hacía para ir al baño o para bañarme, para lo demás tenía a mi esposo prácticamente como sirviente

—Me tardé solo 2 minutos, no tenías que gritarme.— se quejó dejando el vaso en mi mesita de noche

—Es que necesitaba el vaso para tomarme mis medicinas.— dije —Soy muy exacta con mis horarios.—

—Eres tan perfeccionista incluso con tus medicamentos y eso me asusta.— se burló mientras me veía tomar mis pastillas

Eran bastante medicinas, me sentía bastante atontada después de tomarlas, pero me hacían descansar bien

—No me gusta solo verte aquí tirada.— exclamó —Sé que es necesario para que te pongas fuerte y no haya problemas en navidad, pero verte encerrada me deprime.—

—Debería deprimirme a mí.— reí recostándome de nuevo —Realmente estoy agradecida por estar en este estado cuando tengo a mi lado a mi amoroso esposo que me cumple mis caprichos.—

—Te aprovechas de lo mucho que te amo.— sonrió un poco

Asentí, una de las mejores cosas que me pudo pasar en mi vida era que Roier me amara, era afortunada por sentir su amor y por saber que su amor lo haría jamás dejarme de lado

—Te amo incluso después de que fuiste una mala mujer conmigo.— añadió y lo miré bastante mal

—Tampoco tanto.— discutí y me miró esperando que le dijera que era broma —Tuve errores como cualquier persona, pero mala mujer no he sido ni seré.—

—No te lo tomes tan literal tampoco.— pidió riendo un poco

Empezó a acariciar mi cabeza, yo simplemente cerré mis ojos relajándome un poco

—Cuando salgamos de todo lo de tu enfermedad.— lo escuché —Podemos empezar a planear algo más para nuestra familia.—

Abrí de nuevo los ojos y lo miré más que confundida

—"Nuestra familia" está bien ahora.— dije riendo un tanto nerviosa —Solo nosotros y Mushu.—

—Tú piensas que estamos bien así, pero yo ya estoy pensando en nuevas cosas.— avisó —Y como dirían por ahí "no vas a arruinar mis planes".—

Lo vi tan seguro de sus palabras así que fue imposible no burlarme de él y lo que estaba diciendo

—Por dios.— exclamé —No creo necesitar algún tipo de plan ahora, podemos continuar así dejando que las cosas fluyan.—

—El destino siempre trae de regreso algún problema con tu salud, necesitamos pensar en el futuro antes de que pase algo más.— dijo —No sabemos si te vaya a pasar algo grave, ojalá y no, pero si eso llega a pasar no me quiero quedar solo.—

Quizás Roier de alguna manera empezaba a resignarse, antes ni siquiera podía pensar en un "futuro sin mí", pero ahora que de alguna manera había regresado mi enfermedad pareciera que por fin se había centrado en que podría existir la posibilidad de que algo me pasara

—No te quedarás solo, el doctor tiene mucha fe en que no me pasará nada, solo tiene que investigar bien la razón de mis dolores.— recordé —No te pongas a analizar las cosas ahora que estoy prácticamente inválida en la cama.— reí

—No mames, es que también, imaginate un mini yo.— pidió, por fin había salido el peine

—El mundo no está preparado para eso.— discutí sin parar de reír —Además nosotros ya tenemos un hijo.—

—Yo sé que te refieres a Mushu y lo adoro, pero no puedes compararlo.— hizo un berrinche

—Tenemos mucho por vivir antes que eso.— me mantuve en mi punto —Cuando me mejore aún quiero poder disfrutar de mi matrimonio antes de tener otra responsabilidad grande, también piénsale tantito, tú igual tienes planeado viajar y si quieres cambiar nuestro "estilo de familia" dejaremos de tener tanta libertad.—

Él pareció pensarlo, no sabía por qué de repente parecía tan interesado en este tema

—"No vas a arruinar mis planes".— reiteró mientras se iba así que reí

Mi esposo podría parecer bastante infantil, pero pude percibir que él entendió mi punto de vista

Me volví a acomodar y cerré mis ojos intentando descansar, estaba a punto de dormir hasta que sentí que alguien se recostaba a mi lado así que abrí mis ojos solo para verlo

—¿Te fuiste solo 5 minutos?.— cuestioné

—Estaba preparando algo de comer y fui a apagar lo que dejé en la estufa.— dijo sin darle mucha importancia —Te veo tan cómoda estando aquí y solo quiero estar a tu lado.—

—Eres tan cursi.— dije acomodándome para quedar frente a frente con él —¿Puedes traerme la comidita?.—

—Déjame descansar, me acabo de acostar.— se quejó y puse mi mano en mi estómago

—Me ruge la tripa.— me quejé también

—Hace poco te traje el desayuno.— reiteró —Me explotas, deberás pagarme.—

—¿No sería suficiente recompensa saber que me mejoraré gracias a ti?.— cuestioné y negó manteniendo una sonrisa, me contagió aquel gesto —¿Qué quieres como pago?.—

Lo miré esperando alguna de las cursilerías que podría decir en este momento

—Pues con dinero Mulán, nadie en esta vida trabaja gratis.— respondió y borré mi sonrisa —Arriba el capitalismo.—

No dije más, solo me giré para darle la espalda y sentí como me abrazó por detrás, mi matrimonio aún seguía siendo bastante divertido