treinta y tres

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—Aún sigo sin creer que ustedes fueran los primeros en llegar.— murmuró mi esposo

Estábamos sentados en nuestra sala con aquellos argentinos que habían sido los últimos en ser invitados e irónicamente los primeros en llegar aunque vivían más lejos que los demás

—Vos dijiste que se nos haría tarde.— se quejó Rodri mirando a Iván —No le sube el agua al tanque cuando se trata de la Mulán.—

Reí un poco, miré a Roier, no se veía nada contento

—Es época navideña, no podés mirarme así.— exclamó Iván a mi esposo —Estamos acá para compartir, vos no sos envidioso, está bien si me dejas convivir con ella.—

Todos ya teníamos las cosas claras, pero Iván seguía disfrutando de joder a mi esposo cada vez que podía

—Por favor vete de mi país.— habló Roier haciendo que los otros dos chicos empezaran a reír —¿De qué se ríen? Nadie dijo un chiste.—

—Tan rápido ya empezaron con mala onda.— se quejó Rodri —Yo pondré el regalo que traje bajo el árbol y me iré a buscar donde acostarme.—

Se levantó y se alejó de nosotros, no pude evitar notar un poco de incomodidad en el ambiente

—Ustedes necesitan un momento a solas así que iré con Rodri.— avisé mientras me levantaba, mi esposo me miró mal —Solo les pongo una condición, nada de ponerse románticos porque soy muy celosa.—

Iván empezó a reír de nuevo, parecía que venía de muy buen humor

—¿Te pondrás celosa si tu esposo me elige a mí antes que a vos?.— cuestionó aquel chico de pestañas largas —¿O te pondrás celosa si yo lo elijo a él?.—

—No te des tanta importancia.— aclaré —Solo me pondré celosa si te acercas demasiado a mi esposo, no te vuelvas una gata rompe hogares o te destruiré.—

Noté que mi esposo por fin sonrió, quizás solo debía darse cuenta de que mi jugueteo con Iván solo sería amistoso

—¿No te ibas a ir?.— cuestionó Roier mirándome —¿No ves que queremos tener nuestro momento romántico?.—

Lo miré mal

—No me provoques o me quedo a vigilarte.— me crucé de brazos

—No estés de mal tercio.— pidió y noté como abrazó al argentino

—¿No recuerdan que se agarraron a golpes en una Velada?.— intenté separar esa unión tan repentina

—Del odio al amor hay un paso y nosotros ya lo dimos.— añadió Iván y alcé una ceja

Tenía mil comentarios burlones que hacer con ese último comentario, pero simplemente empecé a reír

—Se ven lindos cuando se unen para molestarme.— dije entre risas —Claramente mi esposo se ve más lindo que cualquiera.—

—¿Decís que soy más feo que él?.— exclamó Iván exaltado, Roier empezó a reír también por su reacción —El amor es ciego.—

Decidí dejarlos con ese tema y fui a buscar a Rodri, mi casa tenía bastantes habitaciones así que podría estar en cualquier lugar

Recorrí la mayoría, pero para mi sorpresa lo encontré recostado en la alfombra que había en mi setup

—¿Sabes que hay habitaciones con cama, no?.— cuestioné llamando su atención y me recosté a su lado

—Bueh, estaba buscando un lugar que se viera cómodo y me di cuenta de que tenés la alfombra más cómoda del mundo.— avisó riendo —Además noté que si te recostas acá y miras al techo puedes ver las estrellas.—

Ambos concentramos la mirada en las estrellas que mi esposo había puesto en el techo de mi setup, eran como las que había puesto en mi habitación cuando le dije que una de las cosas que quería hacer antes de morir era ver el cielo estrellado, pero que por la contaminación actual era muy complicado

—Roier las puso acá cuando recién nos casamos.— conté con una pequeña sonrisa

—Vos y yo somos amigos ¿no?.— preguntó e hice un sonido para asentir —¿Te puedo preguntar algo sin que sea incómodo?.—

—Asegurar que podría ser incómodo lo hace más incómodo.— murmuré mientras ambos seguíamos con la mirada fija en las estrellas —Pero está bien, pregunta lo que quieras.—

Hubo un pequeño silencio antes de que volviera a hablar

—¿Vos no te arrepentís?.— preguntó de repente

—¿A qué te refieres?.— estaba algo confundida

—Ya sabes.— respondió —Siento que para vos casarte fue algo apresurado, creo que en algún otro universo sos algo así como mi cuñada y vivís en Argentina.—

Ni siquiera tenía que pensarlo, yo tenía clara esa respuesta

—Me arrepiento de muchas cosas que hice en mi vida, pero elegir estar con Roier y casarme con él fue la mejor elección de todas.— solté un suspiro —Quizás fue apresurado, pero somos felices.—

—Cuando te vimos en Argentina, estabas como que diferente a ahora.— explicó y lo miré de reojo, tenía una pequeña sonrisa —Yo casi no convivo con vos así como Spreen, ni me considero tu amigo cercano, pero me resultó curioso ver una "versión soltera" cuando estabas allá.—

Jamás manejé una versión soltera, aún con la distancia mantuve en alto que estaba en el mejor matrimonio del mundo

—Ese viaje fue el primero que hice sola desde que lo conocí.— conté —Y te mentiría si dijera que no lo disfruté, pero eso no quiere decir que algo haya cambiado en mis actitudes, me encanta estar casada.—

Nuevamente un corto silencio hasta que soltó una pequeña risa

—Ahora entiendo un poco más de porque se re enganchan con vos.— soltó y reí —Yo no pienso enamorarme de nuevo, pero si llega alguien a mi vida espero sea como vos, que se exprese así de nuestra relación.—

—Estoy segura de que pronto encontrarás a alguien.— sonreí —O que alguien te encontrará a ti. Seguro serás un tipo con suerte en el amor, solo dale tiempo.—

—Confiaré en vos.— dijo

Seguimos mirando el techo un rato más hasta que escuchamos de nuevo el timbre, estaba segura de que los otros dos abrirían la puerta, pero aun así estaba intrigada, ¿ahora quien sería?

𝐃𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐎𝐍 [Roier X Tú] (FDC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora