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Zariah Llego a mi habitación y veo un bonito conjunto sobre la cama. Luego veo una tarjeta y flores frescas justo al lado. Tomo la tarjeta y comienzo a leerla.
"Ponte esto chiquita, te esperaré abajo, esta noche será una noche para recordar."
Sonrío y veo el hermoso atuendo y me río porque se equivocó de talla, con mi barriga creciendo ya no quepo en esa talla, pero lo que cuenta es la intencion. Empiezo a ducharme y luego a prepararme, decidí usar leggings ya que es lo que me resulta más cómodo ahora que mi barriga está creciendo mucho. Me seco el pelo con la secadora y decido no usar ni una gota de maquillaje, bajo las escaleras y camino hacia donde ya me está esperando Ivan en la mesa.
Ivan me ayuda a sentarme y se sienta frente a mí.
—Oye hermosa ¿por qué no llevas puesta la ropa que te compré?
—No me quedo, la compraste un poco pequeña. Mi barriga es un poco grande para esa ropa Ivancito.
—Ah, ya veo. Lo siento. Pensé que si te quedaria.
—Está bien no te preocupes por eso ¿Haber qué cocinaste, Chef Guzmán?
—Ceviche de camaron dejame prepararte tu plato bella mujer.
Ivan me preparó una tostada de ceviche y una para él, para ser honesta, la comida se ve buena, veremos qué sabor tiene.
—Anda chula haz los honores de probar la comida primero, que se me hace si no fuera narcotraficante sería chef ahuevo que sí.
—JAJAJA no digas cosas Ivancito, probablemente no tendrías dedos ahora si fueras chef.
—Probablemente sí, vamos, prueba mi comida mi amor.
Agarro la tostada y le doy el primer bocado, tan pronto como lo hago, tengo muchas ganas de vomitar, pero Ivan me está mirando y no quiero herir sus sentimientos. Se esforzó mucho para cocinar esto para mí. Lo último que quiero es ser grosera con él. Dios mío, este hombre hizo este ceviche incomible, sabe asqueroso. Esta más salado que el mar muerto y tiene un nivel de picante que no tengo idea de cuantos tipo de chiles uso. Sigo masticando la comida intentando no tener arcadas, cada vez que la mastico se vuelve más salada y picante. Mis ojos están llorosos de lo picante que esta, esta cosa, él se gira un poco para tomar un sorbo de su bebida y yo aprovecho y escupo la comida en la servilleta sin que él se dé cuenta la ago bola y la agarro con mi mano y la mantengo abajo de la mesa para que el no la vea.
—¿Entonces, cómo esta, te gusto Zari?
—Mmmmm sí, es... es... es genial. Sí, muy único... mmm, muy... ¿cómo se dice? Es algo realmente diferente y especial.
—Awww bebé ¿por qué lloras? ¿Estás sentimental porque cociné para ti? No llores chiquita.
Si tan solo supiera que estas lágrimas no son de alegría sino de lo mal cocinero que es, hay me da cosa, mi chapito hizo lo mejor que pudo, me siento mal pero el no es buen cocinero. Es mas deberia de prohibirle pararse en la cocina, este hombre ha cometido el peor crimen en esta cocina.
—Si Ivan eso es, estoy sentimental, por...por la comida.
—Es mi turno pues.
Agarro mi tostada y casi me la como de un bocado. En cuanto lo hago me da un perro asco, toso sin control y lo escupo. A la verga que asco, es tan jodidamente asqueroso. ¿Qué carajo parece que use 100 libras de pura pinche sal, el pinche camarón ni siquiera existe, es solo sal. Hice este ceviche incomible, es tan picante que se me hacen lagrimas en los ojos, y comienzo a beber agua como si estuviera en el desierto. Joder, ¿por qué no lo probé antes de ofrecerle a mi hermosa? Ni siquiera recuerdo si mi mamá me dijo que le pusiera sal o no pero yo abuse a la verga. Yo le puse de todo lo que encontre, creo le puse hasta cominos, sal de ajo, clavos y creo que hasta canela, no se que chingados mas. Puta madre que mal sabe esta chingadera.
—Iván ¿estás bien?
—¿Por qué no me dijiste que esta mierda es asquerosa?
—No quería parecer desagradecida, está bueno, solo que le pusiste un poquito de sal de más y pica demasiado y pues no se tampoco sabe rico, pero fuera de eso muy, muy, muy en el fondo este mmmm está, esta...pues mas o menillos.
—No mientas Zari, esta mamada salio bien para la verga.
—Bueno sí, es repugnante, lamento decírselo, pero usted señor no puede ser chef, oficialmente ha reprobado su primer examen. Creo que intentaste envenenarme verdad?
—JAJAJAJA, siento que si le diera esta comida a las malditas ratas ni siquiera la comerían tampoco, lo siento Zariah. Realmente intenté hacer algo muy especial para ti. Le pedí ayuda a mi mamá. Todo está saliendo completamente mal en esta cita, desde que me corte el pinche dedo, la ropa que no te quedo, y la comida siendo un desastre total. Lo siento hermosa.
Ivan viene y se arrodilla a mi lado y acaricia mi mejilla y mi vientre.
—Quiero disculparme contigo también mi rey, sé que tienes hambre, pero no te preocupes, papi arreglara esta situación con solo tronar los dedos.
—No tienes que disculparte, podra ser un fracaso total pero lo estás intentando y para mí eso cuenta cien veces más.
—Eres increíble hermosa, vamos a comer a un restaurante elegante.
—Nada de eso, quiero comer tacos ¿Por qué no compras unos tacos y volvemos a casa y los comemos aquí mientras vemos el atardecer?
—¿Estás segura que es eso lo que quieres?
—Sí, ojalá allí sepan cómo medir la sal.
—Ojilii alli sepiin comii mediil la salii, se esta burlando de mi?
—Claro que no, JAJAJAJA bueno un poquito.¿Usted me está arremedando Archivaldo Guzmán?
—Por supuesto que no bebe, vamos por esos tacos que tanto quieres mi reina, aún podemos hacer nuestra noche especial.
Agarro la mano de Zariah y la entrelazo con la mia y ordeno que los escoltas esten listos para salir.