Capitulo 32

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"El duelo es como un océano a veces muy tranquilo y a veces en tempestad, no sabes cuando vendrá la ola fuerte que te remueve los recuerdos, solo debes aprender a vivir con el vaivén de las olas"

Iván
-Mi amor, tengo que irme, necesito llegar a una reunión. Volveré pronto, justo a tiempo para la cena.

-No puedes quedarte aquí conmigo hoy, siento como no se una inquietud, no lo sé, simplemente no quiero estar sola Ivan.

-Ojalá pudiera mi muñequita pero no puedo esta es una reunión importante volveré lo antes posible.

Abrazo y beso a Zariah y veo su carita un poco triste, ella no parece muy convencida de dejarme ir. Últimamente ha estado más apegada a mí y sigue teniendo pesadillas en las noches. Todas las noches se ha despertado gritando y sudando. Sinceramente, no sé qué provocó sus pesadillas, pero se siente segura cuando estoy cerca de ella. No sé si tiene que ver con el Mr. Smith que ella me vio quitarle la vida o tal vez sea todo el estrés de tener a su padre muy enfermo.

-Bien, ten cuidado Iván, te amo, te veo en la tarde.

Iván se va y yo me quedo y empiezo a limpiar nuestra habitación. He estado redecorándola y haciéndola más colorida, más a mi estilo. A Ivan no le importó, me deja hacer lo que quiera en la casa. Al principio incluso me amenazó con no tocar nada, pero ahora que él es muy cariñoso conmigo, me deja hacer lo que quiera. Literalmente puedo pintar toda la habitación de rosa si quisiera y él no se enojaria. Los cambios que he hecho en la casa la hacen más acogedora. Todo estaba tan oscuro y deprimente que odiaba despertarme con esos colores todos los días. Empecé a lavar las sábanas, la mujer del servicio puede hacerlo pero prefiero hacerlo yo misma. A veces también cocino y hago muchas cosas en la casa. Disfruto hacerlo, me da un propósito cuando no estoy ocupada estudiando. Estaba muy concentrada regando las plantas de nuestra habitación. Me encanta la luz del sol que entra a través de los grandes ventanales, proporciona la tranquilidad perfecta rodeada de montañas. Miré la hermosa vista por la ventana cuando mis pensamientos fueron interrumpidos abruptamente por el timbre de mi teléfono.

-Si mamá ¿todo bien? Estoy a punto de ir al hospital en un rato. ¿Necesitas algo?

-Zari, por favor ven ahora mismo... tu papá... tu papá no está muy bien hoy mija.

Escuché la voz de mi madre mientras contenía sollozos. Inmediatamente supe que algo no estaba bien, su voz lo decía todo. Ella había hecho este tipo de llamadas antes pero esto era diferente al menos así se sentía.

-Mami, tranquila está bien, estaré ahi en unos minutos.

Cuelgo con mi madre y mis ojos se llenan de lágrimas, mis manos comienzan a temblar. Tengo este mal presentimiento de que ha llegado el momento que nunca quise experimentar. Inmediatamente me siento en la cama mientras mi vista comienza a volverse borrosa y siento que no puedo respirar. Saco mi inhalador de mi bolso e inhalo 2 veces hasta que mi respiración se vuelve más tranquila. Agarro mi bolso y voy a decirle a Piyi que me lleve al hospital lo antes posible.

Minutos más tarde, después de llegar al hospital, corrí lo más rápido que pude, no me importaba nada a mi alrededor, mi único objetivo era llegar al lado de mi padre lo antes posible.

Fui al cuarto donde lo tenían y vi a mi mamá agarrando su mano y llorando a su lado. Mi papá ya no se parecía a él mismo hombre fuerte que siempre estaba lleno de energía, la maldita enfermedad se había apoderado por completo de su mente y su cuerpo y yo no podía hacer nada para detenerlo. Mi viejo parecía cansado, débil e infeliz. Mientras estaba parada en la puerta mirándolo, no pude evitar que las lágrimas salieran al mirar la hermosa vista de mi mamá y él tomados de la mano. Ellos han estado juntos durante muchos años y su relación estaba llena de amor y respeto. Mi cerebro no podía comprender que quizás esta fuera la ultima vez ver a mis padres juntos como uno solo.

ɪɴᴅᴇʟᴇʙʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora