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Zariah Después de comer nuestros tacos, Iván y yo empezamos a hablar de cosas al azar.
—Dime Zari, ¿cómo te va en el trabajo? ¿Te gusta donde trabajas?
—Sí, me gusta mucho, me ayuda a practicar para convertirme en veterinaria y también me da suficiente tiempo para seguir estudiando. Me encanta trabajar allí, quiero decir, ya sabes cuánto amo a los animales. Sabes cómo paso mis días y tardes libres con los caballos y muchos animales que tienes porque realmente disfruto estar cerca de ellos.
—Si lo se, te veo siempre en los establos de los caballos y siempre alimentando a los muchos animales exóticos que tengo. Zariah, no quiero que trabajes más.
—¿Qué? ¿Qué quieres decir? Tengo que trabajar, me encanta trabajar, todo el dinero que gano trato de ahorrarlo y el resto se lo envío a mi madre. Tengo que trabajar, Iván.
—Mira tienes que ponerte en mi lugar, todo el mundo sabe quién eres, saben que eres mi esposa y que estás embarazada. Gracias a esas estúpidas páginas de farándula todo se hizo público lo que permite que mis enemigos tengan información perfecta sobre ti y ahora sobre el bebé. No puedo correr el riesgo de que tú o él salgan lastimados. Nunca me perdonaría si algo les pasara a ustedes, moriría. Esa es la razón por la que no quiero que trabajes, además no tienes necesidad de hacerlo, yo puedo mantener a tu mamá sin problema.
—Iván, me estás controlando y tratando de tomar decisiones por mí otra vez, acabamos de hablar de esto.
—No, no mi amor tranquilita que si se enoja le hace mal a mi niño. Mira, hagamos esto, ¿qué tal si trabajas aquí en el rancho con los animales? Puedes cuidarlos, puedes ser su veterinaria personal. Quiero decir, ya tengo uno que viene al rancho, pero confío más en ti para que lo hagas. Además, me sentiré mejor si te tengo aquí trabajando, siempre puedo vigilarte para asegurarme de que estés bien y también para que ningún pendejo se te arrime. ¿Qué dices Zari?
—Iralo Archivaldo, otraves estás siendo celoso y controlador no te digo contigo hombre.
Ivan me hace un puchero y empieza a acariciarme la barriga.
—Papash mira a mami ella no quiere trabajar aquí, quiere mantenernos separados a ti y a mí.
—Hay Iván, deberías estar en una novela con lo dramático que eres. Está bien, trabajaré aquí, pero para que lo sepas, ya que estaré trabajando aquí me pagaras todos los viernes y me daras grandes bonificaciones. Tambien quiero vacaciones pagadas, desayuno, almuerzo y cena obviamente no lo prepararas tú porque bueno, tú y yo y todos sabemos que no eres exactamente el mejor cocinero. Oh Ivancito, si tan solo pudieras cocinar, serías perfecto mi amor. Bueno como decia, tambien recibire un trato especial. ¿Estás de acuerdo o no?
Iván sonríe y niega con la cabeza.
—Bien, lo que quiera la patrona. Oye y eso de trato especial ¿a qué te refieres? trato especial con el patrón a solas o como es la cosa.
