Rosaline al volante

CAPITULO 25

ROSALINE

Las palabras de Lucas hacen que abra los ojos y le preste atención.

-        Lo siento, de verdad lo hago. Todo fue mi culpa, chicos. Pudieron salir lastimados, es solo que yo, estoy algo jodido, ¿saben?

-        ¿De qué hablas? No fue tu culpa.

-        Exacto, no lo fue – digo, apoyando las palabras de Diego.

-        No entienden, yo... - Lucas inició una frase que nunca pudo terminar.

-        Hermano, no lo es. Estaba ahí, vi como ellos se acercaron con toda la intención de iniciar esa pelea.

Lucas pareció querer decir algo, pero nuevamente, no pudo. Guardo silenció. En este corto tiempo he notado como Diego ve a Lucas como su hermano mayor, una figura que admirar y seguir. Por eso, al verlo decaído, trata de hacerlo sentir mejor.

-        Lo único malo de todo esto, es...

-        ¿Lo único malo? ¿Qué hay de bueno en esto? – Preguntó.

-        Mmm...no sé, ¿tal vez verte a ti y a papá en modo kung fu panda? Jamás había visto a papá así.

-        Eres su hijo, te ama. Obviamente se iba a poner así, Diego.

-        Como sea, no entremos en ese tema y déjame continuar, niña. – Que manía tienen de llamarme "niña". – Lo mejor de la noche, fue ver a papá y a la inocente Ros pachecos.

-        ¿Qué? ja, ja, ja. ¿En qué momento? – Pregunta, Lucas.

-        Eso no es cierto, solo tomamos alcohol.

-        Si, lo es.

-        No.

-        Por dios, Ros. Estaban súper drogados.

Suelto un grito chillón tras descubrir la verdad. Toda esta noche me sentía distinta, diferente. No puede ser. Diego tiene razón. ¿Pero... cómo? El hico pareció leer mi mente, así que me respondió.

-        Los brownies que compraste y no compartiste, ¿recuerdas?

¡Oh! Con que con eso se refería la chica sobre si era mi primera vez. Dios, que estúpida fui. Drogue al abuelo.

-        Mamá y Chandler van a matarme.

-        No tienen por qué enterarse – dice, Lucas.

-        Siempre lo hacen – explicó, resignada a un castigo.

-        ¿Quién es Chandler? ¿Tu novio?

-        Mi padras... mi papá.

Creo que estoy lista para comenzar a decirle papá a Chandler, no solo en mi cabeza.

-        Supongo que es bueno si le dices papá.

-        El mejor. – Una sonrisa tira de mis labios al recordarlo.

-        ¿Y tu papá biológico? Auch, Lucas.

-        Está bien. No hay problema. Supongo que si con alguien puedo hablar libremente de este problema es con el rey de los daddy issues ja, ja, ja – Diego me enseña el dedo de en medio en respuesta a mi broma. – Mi padre biológico fue un buen padre, por lo menos los primeros ocho años de mi vida. Después de eso, no solo fue un mal padre, sino también un mal esposo. Engañaba a mamá. Un día ella lo confronto y la discusión llegó a algo más, fue cuándo ella dijo "no más".