Capítulo 33.

1.3K 120 9
                                    

𝐃𝐢𝐜𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐮𝐩𝐢𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐝𝐢𝐥𝐚𝐭𝐚𝐧 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐨𝐣𝐨 𝐯𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚. 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐥𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐥𝐨𝐠𝐫𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐢𝐯𝐨𝐞𝐬 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚 𝐚𝐥𝐜𝐚𝐧𝐳𝐚𝐫. 𝐈𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬 𝐚𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐚𝐦 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐮𝐩𝐢𝐥𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐭𝐨𝐫𝐧𝐚𝐧 𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐜𝐭𝐫𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬.

                                 𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘
Cuando abrí mis ojos, sentí un dolor muscular realizarse por todo mi cuerpo. Era un peso en él que jamás había tenido. Y mi cabeza parecía un trompo, daba vueltas y vueltas, estaba confundida, no sabía en que habitación estaba, pero no era ninguna conocida; los colores eran neutros y el olor a... ¿Hospital?

Miré a los lados, buscando algo o a alguien, no sabía qué exactamente. Pestañeé varias veces, agotada, mi cuerpo exigía un descanso de más de un mes. Cuando me medio senté en la camilla, pude visualizar como en un mueble algo grande, Freen descansaba pacíficamente. Miré por la ventana abierta y era de noche.

Tenía recuerdos vagos de lo que había pasado con anterioridad, no recordaba mucho, incluso, cuando lo hice, volví a recordar al asqueroso hombre y como me gritó que volvería por mí. Eso me daba escalofríos y hasta ganas de llorar.

No podía creer que las cosas terminaran así, llegar al punto de poder o más bien, de querer abusar de una mujer. Cerré mis ojos unos segundos y solté el aire contenido. A pesar de que no hacía calor, mis manos sudaban.

No era un lindo recuerdo, era algo que jamás esperé vivir. Y que si pudiera borrar de mi mente, sin dudarlo lo hiciera. Se repetía cual película, una reproducción automáticamente terrorífica. Volví la mirada al frente, medio sonreí, no sé porqué. Pero ver a Freen en ese plan de guardiana, me daba un toque de felicidad.

Ella estaba cuidándome. ¿Cuánto tiempo tendra durmiendo así? Su cuello ha de doler, lo tiene muy doblado, el mueble no es tan grande. Así que puede sentirse incómoda. Pero tampoco la quería despertar. Una de las pocas cosas que recuerdo fueron su cara y como entró a defenderme de Sehun.

Para mí es la chica más valiente que haya visto jamás. Y no puedo creer que estoy tan enamorada de ella.

Esta se movió con ligereza en el mueble, y medio abrió los ojos, miró hacia mí y cuando me vio despierta, se paró casi corriendo y tambaleándose.

—Estás despierta —dijo con una voz ronca y frotándose los ojos. Sonreí—. ¿Te sientes bien? Déjame y llamo al doctor...

—Espera, Freen —la detuve—. ¿Desde cuándo estoy aquí?

Se frotó el cuello, —Unas cuatro o cinco horas, pensé que dormirías más. Los médicos te pusieron un sedante, era lo mejor, lo necesitabas.

Se acercó a la camilla, tomó un vaso y me sirvio algo de agua. Y lo necesitaba, mi garganta estaba reseca y apenas podía pasar saliva. Así que me lo tomé.

—Lo siento —murmuré.

—¿Por qué? —cuando me mira con esos ojos de corderos es tan difícil concentrarse.

—Por no hacerte caso, o bueno, hacerles caso. Mike también me lo dijo —Freen tomó aire y me quitó el vaso de las manos para dejarlo donde estaba antes—. Yo soy una tonta.

Corazón de robot // freenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora