Corazón de robot // freenbecky

Capítulo 44.

𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐞𝐧 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐩𝐥𝐚𝐳𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐝𝐞𝐧 𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐢𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐫𝐨𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐚𝐜𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨𝐬.

𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍
Cerré la puerta del coche y caminé hasta la casa de Becky. Tomé la llave y abrí la puerta, cuando me giré, vi a Becky sentada en el mueble, con sus manos juntas, parecía estar llorando. Fruncí el ceño.

Estaba preocupaba, se notaba un poco ida. Caminé nerviosa hasta estar a un lado de ella sin sentarme. Su rostro estaba rojo, y sus mejillas mojadas por las lagrimas.

Becky se puso de pie de golpe. Di un paso atrás, su semblante para nada me gustaba, había incomodidad en la sala, tomó una hoja del suelo y la apretó en sus manos. La miré y me fijé que tenía el sello del hospital. Tomé una larga respiración, rogándole al cielo que no sea lo que yo creo que es.

—Freen —sorbió su nariz. Sus ojos estaban rojos pero para nada apagados, en ellos se reflejaba ira— Yo... yo necesito que tú me seas sincera. Que me mires a los ojos —enjuagó sus lágrimas—. ¿Tu fuiste capaz de ocultarme una enfermedad?

Apreté los dientes, —¿Quién te dijo eso?

—Respóndeme, te hice una pregunta. ¿Fuiste capaz?

—Yo... dime quien te lo dijo —pensé si pudo haber sido Nam pero lo dudo, Fay menos... Dios mío. No sé quien fue capaz de decirte eso, pero mentía. Becky, yo no sería capaz de eso.

Solo te estás amarrando más la soga al cuello. Ver a Becky de esa manera me ponía mal. Mis manos estaban sudando.

—Fue May, y respóndeme a lo que te estoy preguntando —dijo en un tono algo amenazante.

Claro, tenía que meter sus malditas narices donde no la llamaban. Apreté mis manos en un puño, y me preguntaba de donde había sacado esa información.

—No le creas, May es una persona manipuladora, te ciega. Ella no quiere nada bueno —hablé con rapidez.

—Por favor, responde lo que te estoy preguntando, Chankimha —habló con severidad.

Un nudo se formó en mi garganta y me quedé buscando las palabras. Me pasé la mano por el cabello.

—No, eso es falso, todo es falso, ella solo quiere separarnos. Es así, no está feliz porque mira todo lo que tienes —agite mi mano al aire—. Sabes que eso no es verdad. ¿Estás segura de que eso te dijo?

—Sí me lo dijo, y necesito que tú me lo digas. ¿Lo hiciste, Chankimha?

Froté mi cuello, —Becky yo....

—¿Lo hiciste? —su labio inferior tembló—

— ¿Por qué? ¿¡Por qué no pudiste ser sincera!? Te escuché, yo sé que eras tú. Eres una maldita.

—Becky perdón...—mis ojos se aguaron.

Pero ella ya estaba llorando.

—Todo...Freen, todo lo mandaste al diablo. ¡¿Qué te hice para que me salieras con esto?! Es mi vida la que está en juego —tomaba pausas—. Todo Freen, todo lo echaste a perder. ¡Todos los momentos que yo creí sincero eran una jodida falsa, Freen! —se llevó las manos a la cara.

Negué, —Becky. tienes que creerme, no es así... —me intenté acercar pero esta se alejó.

—¿En que más me estás mintiendo? Dime, ¿en que más?