HANNAHAl llegar a la habitación de Jude, el primer objeto que captó mi atención fue la cámara instantánea que él me había regalado. Verla allí, en su lugar, me llenó de una tristeza abrumadora. Era un símbolo de tiempos pasados que me causaba dolor.
Jude, notando mi reacción, se acercó con la cámara en la mano, intentando una vez más ofrecerme algo para reparar el daño.
—Hannah, esto es tuyo —dijo, extendiéndome el objeto con una expresión que trataba de ser comprensiva.
Miré la cámara, sintiendo cómo el dolor se mezclaba con la furia. No podía creer que estaba enfrentando esta situación otra vez.
—No he venido aquí para recibir regalos —le respondí con una voz dura—. Estoy aquí para decirte que no necesitas darme explicaciones. Han pasado casi un año desde que dejamos de ser una pareja, y si quieres rehacer tu vida con Mia o con quien sea, está bien.
Mi enojo y mi tristeza se entrelazaban en cada palabra.
—Yo aún te amaba —dije, con la voz quebrándose.
Jude frunció el ceño, claramente sorprendido.
—¿Amabas? —preguntó, su tono cargado de incredulidad.
—Sí, Jude, yo aún te amaba —contesté, con lágrimas acumulándose en mis ojos—. Pero este amor duele demasiado. Este amor duele, y lo mejor para mi bienestar es olvidarte y seguir adelante.
Jude intentó justificar su comportamiento.
—Pero, por favor, déjame explicarte sobre Mia...
—¡No, Jude! —lo interrumpí, mi voz elevándose—. No estoy aquí para escuchar excusas. Mia parece ser una buena persona y tienes todo el derecho de estar con ella. Pero, ¿sabes qué? Yo fui una tonta al pensar que todavía sentirías algo por mí. Me equivoqué al creer que había algo más.
Me dirigí hacia la puerta, lista para terminar esta conversación de una vez por todas.
—Jude, solo no me busques más. Quiero olvidarte y dejarte atrás. Es mejor para los dos si mantenemos distancia. Tu presencia solo me recuerda el dolor que has causado.
Jude, visiblemente afectado, intentó detenerme, su voz implorante.
—¿Pero te vas a regresar a Madrid? —preguntó, con una mezcla de desesperación y resignación.
—Sí —respondí, con firmeza—. No puedo seguir huyendo de los sentimientos que tengo por ti. Necesito enfrentarlos para poder dejarte atrás. Así que, por favor, no me busques más.
Con un último vistazo lleno de tristeza y determinación, cerré la puerta en su cara. El sonido del cierre resonó en el pasillo, marcando un final definitivo. Mi corazón estaba cansado, pero era el momento de seguir adelante y dejar todo atrás
JUDE
Con un último vistazo de tristeza, Hannah cerró la puerta detrás de ella. El sonido del cierre resonó en el pasillo, marcando el final de lo que había sido una parte importante de mi vida. Me quedé solo en la habitación, sintiendo un vacío profundo y doloroso. Las palabras de Hannah seguían resonando en mi mente, y el peso de su decisión se hacía cada vez más difícil de soportar.
En ese momento, comprendí la magnitud de lo que había perdido y el daño que había causado. Mi corazón estaba roto, no solo por la pérdida de Hannah, sino también por el dolor que la había llevado a alejarse de mí. Mientras la soledad llenaba el espacio a mi alrededor, entendí que las consecuencias de mis acciones eran irreversibles, y el arrepentimiento se convirtió en mi único compañero.
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Bajo las Luces del Estadio: Entre Goles y Corazones Rotos
FanfictionEs una historia de amor que explora cómo dos personas de mundos aparentemente diferentes pueden encontrar el uno en el otro la autenticidad y el amor verdadero que siempre han buscado.✨