...Reencuentro Bajo el Sol de Barcelona...

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HANNAH

8 de enero

Era ocho de enero. Mientras observaba cómo el sol de la mañana iluminaba la habitación, no podía evitar recordar que hace un año, en esta misma fecha, Jude había estado a mi lado, ayudándome después de una noche en la que llegué borracha a Madrid tras vivir en Francia durante ocho meses. Mi vida desde entonces había estado llena de complicaciones y desafíos, pero incluso en medio de toda la oscuridad, había pequeñas chispas de luz que me recordaban que siempre había una oportunidad para encontrar claridad.

En este momento, mi vida había cambiado considerablemente. Ya tenía mi propia casa casi terminada, había comprado una camioneta además de mi Porsche rosa, y me sentía más estable que nunca. Sin embargo, sentía que aún me faltaba algo. Mi misión ahora era volver con Jude y, además, y tal vez comprar un perrito

Como solía decir mi abuela, "En el corazón de la noche más oscura, la luz siempre encuentra una manera de brillar." Y en ese momento, mi luz brillaba con la esperanza de un reencuentro que podría completar mi vida.

JUDE

Era el ocho de enero y, mientras me preparaba para salir, no podía evitar recordar esa noche hace un año en la que conocí a Hannah. Aún recuerdo vívidamente cómo llevaba un vestido negro que resaltaba su figura de manera impresionante y unos tacones Yves Saint Laurent. Su cabello castaño estaba perfectamente peinado, y ella se veía simplemente hermosa. Desde esa noche, supe que mi corazón tenía dueña y era ella. No había duda de que ella era perfecta para mí.

A lo largo de estos meses, a pesar de no tener contacto con ella ni saber nada de su vida, nunca perdí la esperanza de que el universo nos daría una nueva oportunidad. Sabía que mi vida había avanzado significativamente en el fútbol, y cada esfuerzo, cada entrenamiento, había sido impulsado por el deseo de que Hannah se sintiera orgullosa de mí. Todo lo que hacía, lo hacía con ella en mente, con la esperanza de que un día pudiera volver a estar a su lado.

Miré por la ventana mientras el sol de la mañana se filtraba en la habitación. Mi vida en Madrid había mejorado, pero sentía un vacío que solo Hannah podía llenar. Me motivaba la idea de que algún día, ella vería los logros que había alcanzado y que todo mi esfuerzo había valido la pena. Cada meta que alcanzaba en el campo de juego estaba dedicada a ella, esperando que este avance la convenciera de que era digno de una segunda oportunidad.

Mientras me preparaba para el día, me repetía a mí mismo que el esfuerzo y la dedicación que ponía en mi carrera eran para ella, y que algún día,
cuando el momento fuera el adecuado, nuestras vidas se cruzarían nuevamente.















HANNAH
~18 de enero ~

estaba en medio de la grabación para una publicidad de cosméticos en TikTok, estaba en pleno proceso de grabar el video, ajustando mi maquillaje y asegurándome de que cada gesto y sonrisa se viera perfecto para enviar el material a mi equipo de edición.

De repente, escuché el timbre del intercomunicador. Me sorprendí, ya que no esperaba visitas mientras trabajaba. rápidamente pausé la grabación y me dirigí hacia la entrada.

Al abrir la puerta, vi a Laminé. No pude contener mi sorpresa y emoción al verlo.

—¡Laminé! ¿Qué haces aquí en Madrid? —exclamé, abrazándolo con entusiasmo.

Laminé sonrió y me correspondió el abrazo.

—Vine a hacerte una invitación y a atender algunos asuntos por aquí —dijo—. Quería aprovechar la oportunidad para verte y contarte todo en persona.

Bajo las Luces del Estadio: Entre Goles y Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora