..You are not him..

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HANNAH

Había pasado medio año desde que llegué a Nueva York. Había terminado mi carrera de tres años y medio en diseño de modas y me sentía orgullosa de los logros que había alcanzado en este tiempo. Mi apartamento estaba más amueblado, y mi carrera estaba en un buen momento. Ese día, mis padres y hermanos habían venido a visitarme por primera vez en mi depa, y era emocionante compartir con ellos todo lo que había conseguido.

Sin embargo, a pesar de los avances y el éxito en mi carrera, había algo en el fondo de mi corazón que seguía recordándome a Jude. Vini me había comentado sobre su éxito en el fútbol, y aunque me alegraba por él, no podía evitar sentir una mezcla de emociones al pensar en nuestra historia.

Esa noche tenía un evento importante al que asistirían varios influencers, modelos y jugadores de fútbol, incluidos del Real Madrid y del Barcelona. Mi mayor preocupación era la posibilidad de encontrarme con Jude en el evento. A pesar de que intentaba concentrarme en el presente, el pensamiento de cruzarme con él me ponía nerviosa.

Cuando llegué al evento, traté de mantener la calma y disfrutar de la noche. Me encontré con Camavinga y Rodrygo, quienes fueron los únicos jugadores del Real Madrid que asistieron. Me saludaron con entusiasmo, y pronto estábamos conversando animadamente.

—¡Hannah! ¡Qué bien verte! —dijo Rodrygo con una sonrisa—. Te ves genial.

—Gracias, Rodrygo. ¡Es genial verlos a ustedes también! —respondí, tratando de mantener una actitud positiva.

—Sí, definitivamente te ves increíble —añadió Camavinga—. Aunque, debo decir, que el castaño natural te queda muy bien. Los mechones rubios te hacen ver diferente, pero me gusta tu cambio de look

Me reí nerviosamente, agradeciendo el cumplido De repente, Camavinga mencionó algo que me hizo sentir incómoda.

—Sabes que Jude te hubiera dicho que te verías hermosa con cualquiera de los dos colores, pero también habría dicho que el natural es mejor —dijo Camavinga con una sonrisa triste.

Un silencio incómodo se instaló entre nosotros, y pude sentir que todos en la conversación estaban sintiendo el peso del recuerdo compartido. Traté de mantener la compostura, pero no pude evitar que mis pensamientos se dirigieran a Jude. La conversación cambió rápidamente cuando Lamine Yamal llegó al evento.

Lamine se acercó a mí con una gran sonrisa.

—¡Hannah! ¿Puedo pedirte una foto? —dijo Lamine con entusiasmo.

—¡Claro! —respondí, sonriendo—. Estaba deseando conocerte en persona.

Nos tomamos una foto juntos y luego empezamos a conversar. Lamine era encantador, y descubrimos que teníamos bastante en común.

—He visto tus historias en Instagram, y se ve que triunfas muy bien en Nueva York —comentó Lamine—. Alguna vez deberías ir a un partido del Barça, aunque no le vayas al Barça, solo para experimentar el ambiente.

—¡Eso suena genial! —dije, emocionada por la sugerencia—. No soy fan del Barça, pero definitivamente me encantaría ir a un partido para vivir la experiencia.

—¡Me alegra escuchar eso! —respondió Lamine—. Además, estoy seguro de que te encantará el ambiente en el estadio.

Mientras conversábamos, Rodrygo y Camavinga se acercaron nuevamente, y Rodrygo me dijo:

—Hannah, ¡nos estaban pidiendo a ti y a Lamine para hacer una entrevista! ¿Te gustaría hacerlo?

—¡Claro! —respondí con entusiasmo—. Sería genial.

Bajo las Luces del Estadio: Entre Goles y Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora