...GOLDEN BOY...

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HANNAH

El día de los Golden Boy había llegado, y la emoción en el aire era palpable. La noche anterior había sido intensa, con la última prueba de vestuario, pero Sunny, con su espíritu juguetón, había decidido mantener su sorpresa para Jude. No me permitió mostrarle el outfit a Jude, dejándolo con la intriga sobre lo que había preparado para mi

Me desperté con el sonido de mi alarma a las 6:00 a.m. Miré a mi alrededor y vi a Jude aún profundamente dormido. Decidí dejarlo descansar un poco más, así que me levanté con sigilo y me dirigí al baño. Mientras realizaba mis rutinas matutinas, no podía evitar sentir la emoción por lo que nos esperaba.

Al salir del baño, volví a la habitación y me acerqué a la cama. Desperté a Jude con suavidad. —Vamos, despierta,—le dije, acariciándole el brazo. Él se estiró y se volvió hacia mí, con los ojos entreabiertos.

—Un rato más,—murmuró Jude con voz adormilada.

—Sunny llega en menos de 30 minutos,—respondí con una sonrisa.

—¿Sabes cómo sería mejor mi mañana?—preguntó, con una expresión tierna.

—¿Cómo?—inquirí curiosa.

Haciendo una mueca adorable, dijo, —Que me dieras un beso.—

Solté una risita y le dije, —Para después.—Pero al ver su carita de puchero, no pude resistir y me incliné para darle un beso. Jude sonrió satisfecho y se estiró, listo para comenzar el día.

Poco después, Sunny y su equipo llegaron al hotel. Jude se preparó para salir mientras Sunny sacaba la ropa de Jude, la mía y la de sus padres. Jude se volvió hacia Sunny y le preguntó, —¿Puedo ver la ropa de Hannah ahora?—

Sunny soltó una risa ligera y respondió, —No todavía. Ve con mi equipo; te van a arreglar en la suite de al lado.— Se despidió de Jude y se volvió hacia mí. —Ahora voy contigo,—me dijo Sunny, dándome la ropa que había preparado y un desayuno ligero que había pedido para mí.

En ese momento, Denise, la madre de Jude, llegó al hotel. Se acercó con una cálida sonrisa y me saludó. —Hola, Hannah. ¿Cómo estás esta mañana?—

—Hola, Denise. Estoy bien, gracias—respondí, sintiéndome bienvenida.

Sunny luego le dijo a Denise, —Déjame llevarte a tu suite y dejar a Hannah en manos de mi equipo.—Denise asintió y Sunny me condujo hacia el chico del equipo que se encargaría de mis arreglos, dejándome en buenas manos mientras se dirigía a la suite con Denise.

Mientras me peinaban y maquillaban, me sentía un torbellino de emociones. Para distraerme y relajarme un poco, decidí hacer una videollamada con mi mejor amiga, Sabrina. La pantalla se iluminó con su rostro sonriente.

—¡Hola, Sabri! ¿Cómo estás?—le saludé, tratando de sonar más tranquila de lo que me sentía.

—¡Hola, Hannah! Estoy bien. ¿Y tú? ¿Cómo van los preparativos para los Golden Boy?—preguntó Sabrina con entusiasmo.

—Estoy un poco nerviosa,—admití, dejando escapar un suspiro. —Es raro. Nunca me había sentido así antes.—

—¿Por qué? ¿Qué pasa?—preguntó Sabrina, visiblemente preocupada.

—Es que ahora voy como acompañante de Jude. Es mi primera aparición pública con él como algo más, y me hace feliz, pero también tengo miedo de lo que la gente pueda pensar de mí. Me preocupa que puedan juzgarme o malinterpretar nuestra relación,—le expliqué.

Sabrina asintió con comprensión y dijo,
—Hannah, no es la primera vez que vas a una premiación. Ya has estado en eventos antes, pero entiendo que esto es diferente. La gente siempre encontrará algo sobre lo que hablar, pero lo más importante es cómo te sientes tú y cómo te tratas tú misma. Si te sientes bien con Jude y estás feliz, eso es lo que cuenta. Las opiniones de los demás no deberían definirte.—

Bajo las Luces del Estadio: Entre Goles y Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora