Bajo las Luces del Estadio: Entre Goles y Corazones Rotos

...love and passion...

Holaaa!!

Quería avisarles que en este texto hay "escenas" un tanto explícitas y si les incomoda o les disgusta este tipo de escenas podrían saltarse el final por su comodidad
✨✨✨

HANNAH

La mañana después de los Golden Boy, me desperté con una sensación de felicidad y expectativa. El sol brillaba a través de las cortinas, y un suave aroma a café me hizo sonreír mientras abría los ojos. Me giré para ver a Jude, que aún dormía a mi lado. Su respiración tranquila y el calor de su cuerpo me hicieron sentir segura y en paz.

Me levanté con cuidado para no despertarlo y fui al baño a prepararme. Mientras me duchaba, mi mente estaba llena de pensamientos sobre lo que Jude había planeado para hoy. La noche anterior había sido mágica, pero me había dejado con la incertidumbre de cuál sería la siguiente sorpresa. Jude siempre tenía maneras únicas de mostrarme cuánto me amaba, y esta vez no esperaba menos.

Después de vestirme con un sencillo conjunto de verano—una blusa blanca fluida y un par de pantalones cortos azules—me dirigí a preparar un café. El aroma del café fresco llenó la casa y me hizo sonreír al pensar en el día que nos esperaba. Mientras preparaba el desayuno, recordé cómo Jude había mencionado que quería comenzar el día temprano. Me preguntaba si su sorpresa para hoy sería algo relacionado con su amor por Italia o si tenía algo más en mente.

Cuando terminé de preparar el café y algunos croissants, volví a la habitación para encontrar a Jude despierto y en medio de preparativos. Estaba vistiendo una camisa blanca y pantalones cortos, y su cabello aún tenía un toque de desorden por el sueño. Su sonrisa cuando me vio era cálida y reconfortante.

—Buenos días, hermosa—dijo Jude, acercándose para darme un beso en la mejilla. —¿Lista para nuestra aventura?—

Asentí con entusiasmo, aunque la curiosidad me estaba matando. —Claro, pero ¿a dónde vamos?—

Jude me miró con una sonrisa misteriosa y se inclinó para susurrar en mi oído. —Es una sorpresa. Solo confía en mí.—

Después de un desayuno rápido, salimos de la casa y nos dirigimos al coche.
La carretera serpenteaba a través de paisajes pintorescos, con colinas verdes y viñedos que se extendían hasta donde alcanzaba la vista.

No tardamos mucho en llegar a un pequeño puerto, donde nos esperaba un elegante yate. La visión del yate flotando suavemente en el agua me dejó sin aliento. Era lujoso y acogedor, con una cubierta amplia y espacios de relajación que prometían un día perfecto.

Jude me tomó de la mano mientras abordábamos el yate. La brisa marina era refrescante y el sonido de las olas proporcionaba una banda sonora relajante. Me guiaron hacia la cubierta principal, donde había una manta extendida y una cesta de picnic lista para ser disfrutada.

—Esto es impresionante, Jude—dije, maravillada mientras nos acomodábamos en los cojines suaves.

Jude sonrió con satisfacción y comenzó a sacar una variedad de manjares de la cesta. —Quería que tuviéramos un día especial, solo tú y yo. Y qué mejor manera de hacerlo que en el agua.—

Pasamos la mañana charlando, riendo y disfrutando de la comida. El sol brillaba con intensidad, y me recosté en los cojines, sintiendo la calidez en mi piel. Jude estaba a mi lado, y cada vez que me miraba, podía ver el cariño en sus ojos. Las olas golpeaban suavemente el yate, creando una melodía tranquila que acompañaba nuestras conversaciones.

Con el tiempo, me cambié al traje de baño que había traído para nadar. Mientras me preparaba en la cabina del yate, me sentía emocionada por la perspectiva de nadar en el mar cristalino. El traje de baño era un conjunto azul claro que resaltaba mi piel bronceada. Cuando salí, Jude estaba en la cubierta, disfrutando de la vista del mar.