NARRADORA lo largo del tiempo, Hannah y Jude habían enfrentado algunos problemas, pequeños malentendidos que cualquier pareja atraviesa, pero siempre encontraban la manera de solucionarlos. Su relación era fuerte y hermosa, basada en el apoyo mutuo y la confianza. Jake, su fiel labrador, ya estaba enorme, un reflejo del paso del tiempo que había fortalecido su vínculo.
Un año había pasado desde que comenzaron a salir oficialmente. Jude, ahora con 23 años, estaba en la cima de su carrera como futbolista. Sus logros en el campo eran innegables, y su nombre resonaba en todo el mundo. Por otro lado, Hannah, con 22 años, se había consolidado en la industria de la moda. Su línea de ropa, lanzada recientemente, había alcanzado una popularidad impresionante, convirtiéndola en una figura clave en el mundo de la moda.
La idea de vivir juntos había surgido de Jude. Después de un largo día de entrenamientos, mientras descansaban en el sofá de su apartamento, Jude la había mirado a los ojos y con una sonrisa le había sugerido dar el siguiente paso en su relación. Para él, ya era natural pensar en un futuro compartido. Hannah había sonreído, sus ojos brillaban con la misma ilusión, y en ese momento supo que estaba lista para dar ese gran paso con él.
La decisión se tomó con la misma naturalidad que todo en su relación. La casa que eligieron era amplia, luminosa y con un estilo moderno que reflejaba el buen gusto de ambos. Cada rincón del nuevo hogar tenía un toque de ellos: la sala decorada con piezas de arte que ambos habían elegido juntos, la cocina equipada para las recetas que les gustaba preparar en las noches de viernes, y el patio trasero donde Jake corría libremente.
Mudarse juntos fue una experiencia llena de risas y complicidad. Jude se encargó de cargar las cajas más pesadas, mientras Hannah organizaba los muebles, decidiendo dónde iría cada cosa. Aunque hubo algún que otro desacuerdo, como dónde colocar la mesa de centro o qué cuadros colgar en el pasillo, al final, lo resolvieron como siempre, con paciencia y amor.
El primer día en su nuevo hogar, Jude sorprendió a Hannah con una cena preparada por él. No era un chef experto, pero había puesto todo su empeño en hacerla sentir especial. Cenaron en el comedor, rodeados de cajas aún sin desempacar, pero no les importó. Para ellos, ese momento simbolizaba el inicio de una nueva etapa juntos.
Mientras brindaban con una copa de vino, Hannah observó a Jude y pensó en lo lejos que habían llegado. Era un momento de felicidad plena, donde ambos estaban triunfando en sus respectivas carreras, pero sobre todo, en su vida juntos. La línea de ropa de Hannah se vendía en todo el mundo, y Jude seguía acumulando éxitos en el fútbol. Eran jóvenes, exitosos y, sobre todo, estaban profundamente enamorados.
Jake, tumbado a sus pies, observaba a sus dueños con la misma lealtad de siempre. Era un recordatorio viviente de todo lo que habían compartido y de lo que aún les esperaba.
Mientras la noche avanzaba, Jude tomó la mano de Hannah y le susurró al oído: "Este es solo el comienzo de nuestra vida juntos, amor." Hannah sonrió, sabiendo que, con Jude a su lado, estaba lista para cualquier cosa que el futuro les deparara.
unforgettable memories
ESTÁS LEYENDO
Bajo las Luces del Estadio: Entre Goles y Corazones Rotos
FanfictionEs una historia de amor que explora cómo dos personas de mundos aparentemente diferentes pueden encontrar el uno en el otro la autenticidad y el amor verdadero que siempre han buscado.✨