💣Capítulo 13💣

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ÁNGELA

La mañana siguiente estaba en el comedor desayunando con Connor cuando Axel entró.

—"Sra. Crane, Nicolás Álvarez estará aquí al mediodía".

—"Gracias, Axel".

—"¿Crees que podamos confiar en él?"

Giré mi cabeza hacia Connor.—"Si mi padre estaba haciendo negocios con él, es de confiar. Ahora necesitamos hacer negocios si queremos ganar esta guerra".

—"Podemos usar mis militares de Samara".

—"Lo tendré en cuenta".

Sofía entró con Alaia en brazos. Ella me miró y abrió sus bracitos para que la cargara.

Lo hice y la coloqué en la mesa. Luego giré mi cabeza hacia Sofía.

—"No se portó mal".

—"Esa Angelita nunca se portaría mal. Acaba de desayunar y dijo que quería verte".

Miré a Alaia.—"¿Qué quieres hacer, cariño?"

—"Pitola".

—"Así que quieres seguir aprendiendo a usar una pistola".

—"¡Siiii!".

—"Tu padre estará encantado de enseñarte".

Sentí la mirada de Connor en mí.—"Porque yo sabe que no tengo paciencia para enseñar".

—"Y sabe que no puedo ahora, tengo que esperar a Nicolás".

—"Está bien, le enseñaré".

Alrededor de una hora después, Connor se fue y yo fui directo al despacho a esperar a Nicolás.

Me senté y me serví un poco de whisky del que mi padre siempre tenía en su despacho.

La puerta se abrió y Axel entró. —"Ya llegó Nicolás Álvarez".

—"Déjalo entrar".

Luego, a los pocos minutos, un hombre entró al despacho. Era guapo, no podía negarlo, con un traje gris hecho a su medida y sus dos hombres a cada lado de él.

—"Sabe que no puede entrar al despacho".

Él me sonríe. —"Es por seguridad".

—"Si quisiera matarlo, lo hubiera hecho sin necesidad de que entrara a mi casa. Ahora saque a esos hombres del despacho o regrese por donde vino".

Él alzó su mano y los hombres salieron del despacho. Luego caminó hasta mí.

—"Tome asiento, por favor".

Le serví un vaso de whisky y se lo pasé cuando él se sentó.

—"Así que usted es la Srta. Crane".

—"Sra. Crane, para usted".

—"Muy bien, Sra. Crane, ¿qué es lo que quiere de mí?".

—"Escuché que mi padre hacía negocios con usted".

—"Todavía lo hago".

—"Lamentablemente no, acaban de matarlo y yo asumiré el puesto".

—"Lo siento mucho por su pérdida".

—"Muchas gracias, pero no lo mandé a llamar para que me diera el pésame; lo mandé a llamar para hablar de negocios".

—"Usted es siempre así".

—"¿Así como?".

—"¿Tan diabla?".

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