DESTRUCCIÓN © {2}

💣Capítulo 24💣

ÁNGELA

Era como si todo se estuviera repitiendo. Aquí estaba yo, detrás de Connor, porque él, aunque lo niegue, era igual que mi madre, protegiéndome como si yo no pudiera hacerlo sola.

—"Sabe que no me gusta que hagan eso".

—"¿Y qué quieres, que te deje ponerte en medio de la balacera?".

—"Para eso me criaron y para eso soy la reina de la mafia. Ahora déjame pelear".

Él se quitó de en medio y yo saqué mi pistola de mis senos, como siempre la tengo ahí. Los tiros empezaron a escucharse más; al parecer, alguien le estaba respirando el fuego.

Las personas empezaron a correr; era todo como si se estuviera repitiendo.

—"Maldición, mataré a quien se atrevió a dañar mi fiesta".

Antes de saber qué estaba pasando, un hombre estaba apuntando a Connor. Yo rápidamente le apunté y las balas salieron al mismo tiempo.

Pero el maldito reaccionó a tiempo y se movió para que la bala no le diera. Miré a Connor caer al suelo y escuché al hombre gritar.

—"Vinimos a matarte, Connor Tynes, y no saldrás de esta mansión si no es muerto".

Me giré hacia el hombre que estaba tan concentrado en volver a dispararle a Connor que disparé y la bala le dio en el cuello.

Él cayó al suelo, agarrándose la herida. Rápidamente fui hacia Connor, quien ya se estaba levantando para pelear.

—"Maldición, se atrevió a dispararme".

—"Joder, está bien".

—"Claro, solo me dio en el chaleco y el impacto solo me hizo caer".

Lo abracé; quería besarlo, pero no era el momento para eso.

—"Vamos, tenemos que salir de aquí".

Los tres hombres nos siguieron mientras salíamos de la mansión hacia la limusina que nos estaba esperando.

Rápidamente subí y Connor se sentó a mi lado.

—"Necesitamos averiguar quién fue el que mandó a matarte".

—"¿Matarme?".

—"El hombre gritó que lo mandaron a matarte".

—"Debe ser ese Osvaldo".

Connor le dio un puñetazo al asiento.

—"Juro que le pondré un tiro en la frente".

—"Lo que tenemos que saber es cómo dieron con nuestras ubicaciones".

—"Quizá haya un traidor".

—"No lo creo, cualquiera en esa fiesta le habría dicho".

—"Entonces eso responde a tu pregunta".

—"No, Connor, no podían llegar tan rápido de España a Rusia".

Él me miró y colocó su mano en mi mejilla antes de poner su frente contra la mía.

—"Vamos a salir de esta guerra ganando, solo espera el final y lo verás".