ÁNGELA
Tuve que retocarme el maquillaje de nuevo y alisarme el vestido; Connor también estaba arreglándose.
Salimos del baño hacia el salón, donde ya los invitados estaban en la pista de baile.
Connor se colocó frente a mí y subió una de sus manos. —"¿Me permites bailar contigo, Красивый?"
Esa palabra en ruso me recordó a la primera vez que bailé con el hermosa que así mismo me llamó.
—"Claro, pero esta vez espero que no me secuestres".
—"No puedo negar que me siento tentado a hacerlo".
Cuando le di la mano, empezamos a caminar hacia la pista de baile. Cuando llegamos, Connor puso una mano en mi cintura y me acercó a su pecho.
—"Creo que un poco de distancia está mejor".
—"¿La estoy incomodando, señorita?"
—"Sra. Crane para ti".
—"Me gusta más Sra. Tynes Crane".
—"Ya hay demasiado Tynes en la casa".
—"Y lo que viene en camino".
Él me alejó un poco para mirarme a los ojos.
—"Quiero otro hijo y muchos más contigo".
—"Sabe que la situación ahora mismo no es buena como para traer un hijo. No quiero que pase como..."
Él me besó antes de que pudiera terminar las palabras, pero ya sabíamos cuál era.
Él se despegó de mí y colocó su frente con la mía.—"Cuando todo este problema se acabe, te llevaré de luna de miel a Italia, frente a la Torre Eiffel, y haré el amor contigo día y noche, sin detenernos, hasta que salgamos de Italia embarazados".
—"Embarazados".
—"Claro, si no fuera por mí, no lo iba a estar".
—"Me gusta tu plan, ya ando pensando qué ropa llevar".
—"¿Qué ropa?".
—"La que me voy a poner cuando esté allá".
—"No necesitas ropa si voy a estar todo el día contigo en la cama, así que no se te ocurra llevar maleta".
—"Por Dios, algún día tendremos que salir de la cama".
Cuando terminó el baile, caminamos hasta la sala donde estaba la bebida.
—"Aquí tiene su bebida, Sra. Crane".
El camarero me pasó una botella de champán tapada; la revisé bien y serví una copa de champán.
Se la pasé al camarero. —"Bébela".
—"Oh, no, Sra. Crane, eso es de usted".
—"Insisto, bébela".
Él miró a Connor, quien ya le estaba apuntando con la pistola.
—"Si mi mujer dice que la beba, pues la bebe".
El camarero tomó la copa de champán con manos temblorosas, pero no pudo bebérsela porque un tiro sonó en el salón.
Connor me tomó y me colocó detrás de él. —"Tenemos que salir de aquí ahora".
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DESTRUCCIÓN © {2}
ActionÁNGELA CRANE Dicen que después de la tormenta llega la paz, pero en mi vida es después de la paz llega la guerra. Conmigo hagan lo que quieran, pero si tocan a mi hija, se armará la puta guerra. CONNOR TYNES Mientras viva, nadie en este mundo se atr...