ÁNGELA
Estaba en la casa, disfrutando de una tarde tranquila en la alberca, cuando el sonido de mi teléfono rompió la calma. Al mirar la pantalla, vi el número de Connor y mi corazón dio un salto involuntario.
Me sorprendió recibir una llamada tan pronto; apenas había pasado unos días desde nuestra separación. ¿Acaso había decidido llamarme para arreglar las cosas? Con un suspiro, respondí.
—"Hola" —dije, tratando de sonar despreocupada.
Su voz llegó cargada de una frialdad inesperada.
—"La misión de acostarse con otro ya está en la semana separada" —dijo con un tono que no dejaba lugar a dudas.
Me sentí mal cuando escuché esas palabras; como si un puñetazo en el estómago me dejara sin aliento. Tenía que asumir que él realmente estaba rompiendo la misma regla que había propuesto. La ironía de la situación me dolía.
—"Está bien, Connor. Espero que te diviertas" —respondí, mi voz temblando levemente, aunque intenté mantener la compostura.
—"No te preocupes, esta noche lo haré" —contestó, y aunque no lo podía ver, imaginé la sonrisa en su rostro, esa que solía hacer que mi corazón se acelerara.
Colgué, sintiendo cómo las lágrimas se acumulaban en mis ojos. La herida de la separación aún estaba fresca, y escuchar su decisión me hizo sentir más sola que nunca.
CONNOR
Después de una rápida ducha y de cambiarme, me dirigí a buscar a Carol. Tenía que reconocer que estaba emocionado. Ella era una persona divertida y despreocupada, y después de lo que había pasado con Ángela, necesitaba algo de ligereza en mi vida.
Cuando llegué a su casa, ella apareció luciendo un vestido hermoso que acentuaba su figura de una manera sexy.
—"¿A dónde vamos?" —preguntó, su tono lleno de expectativa.
—"Yo no soy un caballero. Vamos directo a lo que queremos" —le dije, no quería perder tiempo en rodeos.
—"Me gusta que seas así, pero, ¿en qué lugar?" —me cuestionó con una sonrisa coqueta.
—"Tengo un hotel de cinco estrellas muy bueno. Acompáñame" —le respondí con una sonrisa.
Carol se subió a mi coche y, mientras manejaba hacia el hotel, sentí una mezcla de adrenalina y nerviosismo. Era una escapatoria, un intento desesperado de olvidar.
Al llegar al hotel, alquilamos una habitación rápidamente. Caminamos hacia el cuarto, la electricidad entre nosotros era palpable. Cuando entramos, la empujé suavemente contra la pared.
—"Que empiece la diversión" —dije, sonriendo, mientras el aire se llenaba de promesas y deseo.
ESTÁS LEYENDO
DESTRUCCIÓN © {2}
ActionÁNGELA CRANE Dicen que después de la tormenta llega la paz, pero en mi vida es después de la paz llega la guerra. Conmigo hagan lo que quieran, pero si tocan a mi hija, se armará la puta guerra. CONNOR TYNES Mientras viva, nadie en este mundo se atr...