CAPÍTULO #6

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ELIZABETH

Su cuerpo cayó como un saco inconsciente de manera rápida, abrí mi mano viendo la jeringa, el poco líquido que quedó es...¿Negro? Algo turbio.

-Amore...

Mis palabras fueron ahogadas cuando sentí la aguja en mi cuello, me aferré al brazo del hombre que amo, sus ojos verdes se oscurecieron y el dolor no era por el veneno en mi sangre, si no por la traición que estaba sufriendo, ha vuelto a contaminar mi sangre y no habrá antídoto que me salve.

Caí de rodillas al suelo, apoyé mis manos para sostenerme y levanté la cara llena de irá hacia mi esposo.

-¿Antonio qué hiciste? - Massimo intentó ayudarme pero el diablo italiano extendió su brazo deteniendo su paso.

-No hice todo lo que hice para que ella dominará mi mundo, tenía que volverse mi marioneta y lo logré, me trajo al hijo de puta que quería.

-Pero...creí que la amabas.

-Y la amo, no sabes cuánto pero me fastidia que otros hombres ya la hayan tocado.- se acercó a mí y levantó mi rostro sujetando mi barbilla - El Ruso tiene razón, te pongas la piel que te pongas, tu siempre serás un corderito indefenso e ingenuo que solo busca lo que nunca ha tenido ni tendrá; libertad y amor.

-No sabes en lo que me he convertido.

-No, yo te cree, eres mi versión perversa plasmada en unos ojos color cielo, tu cuerpo es el lienzo perfecto y suave donde puedo experimentar, la candidata perfecta para satisfacer mis necesidades mientras me quedo con toda la fortuna del imperio Morelli.

Amplió su sonrisa.

-Derek hizo bien en venderte, no imagino el cargo de conciencia que tendrá por el resto de su vida.- se inclinó y besó mis labios - Cara mía, fue un placer tenerte entre mis brazos, entre mis piernas pero, solo necesito de tu ADN para crear una versión pura exclusiva para mi.

-No Sabes en lo que te has metido, Antonio Morelli.

-Tu no sabes en lo que te metiste, niña caprichosa.- me soltó de golpe - Póngala en una celda con el otro sujeto, delé ropa nueva y cero calzado.

-Pero Señor...

-Si, soy tu único señor y ella solo es Lizzy, que te quede claro.

Massimo me puso de pie, mi cuerpo apenas puede sostenerse, él da media vuelta y empieza a caminar.

-¡Te vas a arrepentir, y me vas a rogar por tu asquerosa vida y verás como a la que llamaste tu reina, el amor de tu misera vida despedaza tu asquerosos imperio! - grito mientras soy arrastrada.

-Shhh, las mujeres jamás podrán liderar nada, solo sirven para verse bonitas y ser madres, y tú ni eso tendrás.

Arthur

Pensé en el pequeño de ojos verdes y mis ojos se llenaron de lágrimas y la irá me hizo ver rojo.

-Cuenta bien tus pasos, Morelli, tu esposa no es una inútil. Te quitaré todo, eso incluye tu vida.

Me quite la ropa, y me puse el uniforme que se le dan a todos con los que se experimenta, al salir vi a Massimo esperandome para escoltarme, lo miré y él bajó la mirada.

-¿Lo sabías?

-Por supuesto que no, cuando él habla de tí era...le brillaban los ojos, Lizzy.

-Tienes que ayudarme a salir de aquí, Massimo.

-Me matará si te ayudo, y créeme que me gustaría hacerlo pero, no se traiciona al jefe, es lo que hace la mafia.

-Él me traicionó, no puedes...

Red RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora