Al final mi papá se quedó en casa, no hablamos cuando llegué, los pies me estaban matando y tenía muchísimo sueño, así que me acosté un rato a dormir pero, los gritos de los niños me levantaron de golpe.
-Ya fue suficiente, Eddie...
Penny intentaba controlar a mi hermano quien tiene en sus manos la tablet que pedí para Arthur, mismo que tiene los cascos puestos, me froté el rostro.
-¿¡Porque estás gritando de esa manera!?- mi madre apareció un poco preocupada.
-Esto es mío, y Arthur lo quiere para él.
-¿De donde sacaste eso?- bajó la mirada viendo la caja, miré a mi madre y ella negó- ¿Quién te ha enseñado a rebuscar en las cosas de los demás? Sabes que eso es de mala educación, Eddie.
-Papá dice que si lo necesitas entonces lo tome, y yo lo quiero para jugar.
-¿Tu papá se lleva cosas del bolso de mamá?- asintió, le di una mirada a mi madre- Dame la tablet.
-Pero...
-Que me la des- dudo un poco y vi la rabia crecer en su rostro- Si tiras la tablet y haces una rabieta, te voy a dar dos nalgadas bien puesta y me encargaré que recibas carbón en navidad, así que piensalo bien, Eddie.
-Podemos compartir Eddie, mamá tiene unos audífonos de cable, así que te puedes poner uno tu y uno yo y vemos el documental marino.
-¡No, yo quiero caricaturas!
-Una película entonces, la que quieras- sugiero mi hijo y Eddie hizo morisquetas.
-No te voy a comprar nada si no aprendes a compartir con Arthur, y ya se que lo mordiste y estoy muy molesta por eso porque habíamos hecho un trato, las promesas no se rompen Eddie- sus ojos se llenaron de lágrimas- Dame la tablet.
Me la entregó en mis manos, se la di a Penny, tomé la mano de Eddie y me incorporé viendo a mi madre.
-Tu y yo vamos a hablar.
Llevé a Eddie a mi habitación, lo llevé al baño y llené la tina con agua caliente y luego la temple con agua fría, le di una bomba de jabón y él la lanzó. Se quitó la ropa y se metió con la ropa interior, así le gustaba bañarse.
-¿Tú papá y mamá pelean mucho?
-A veces, es que a papá le gusta otra mujer y siempre está gritando a mamá, cuando discutían en casa Arthur nos encerraba en la habitación y se pone a hablarme del universo y esas chorradas.
Dejé caer champú en mi mano y empecé a lavarle el cabello.
-¿Te gustaría vivir cerca de mí? Tú y mamá en una bonita casa, sin tu padre.
-Tu no me quieres, papá no me quiere, así que me da igual.
-Eddie, te amo, eres un pedacito de mi vida, pero ese comportamiento que tienes no te lo voy a aplaudir, si mamá no te dice nada, pues yo sí y eso no significa que no te ame, tengo que corregirte para que seas un gran hombre y no te vuelvas de esos que lastiman. Antes de Enzzo yo tenía un novio que me pegaba muchísimo, y no creo que tú quieras ser como esos hombres ¿verdad?
-No, no me gusta cuando mamá llora.
-Entonces, tienes que ser un niño bueno, aprender a compartir las cosas, hay muchos niños que están solos, yo crecí sola, pero ahora me tienes a mí y a Arthur, creeme que no hay nada más hermoso que la compañía, que te consuelen cuando estás asustado. Así que tienes que prometerme que no vas a pelear más con Artie, ni hacer esas rabietas de niño pequeño, no vais a volver a Londres, se quedarán aquí viviendo cerca de mí.
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Red Romance
Teen FictionEl balance perfecto entro lo bueno y lo malo. El poder y la venganza nace en el seno de una mujer. La soledad y el amor se verán perversos y oscuros.