ELIZABETH
California es cálido y ese sol ardiendo sobre mi cuerpo me llena de vida y libertad. Claro que luego de ir al hotel y que mi marido me diera una buena cogida, me cambie la ropa de invierno y opté por una falda corta café claro, una blusa de mangas largas con escote pronunciado, medias nylon, calcetines y mis botines de tacón bajo, iríamos a pasear por la fabulosa california luego de la reunión.
Me incliné sobre el regazo de mi marido viendo el lugar donde sería la reunión, es un hotel de clase media, crucé mi bolso para bajarme pero él no se movió.
-Quédate en el auto, Lyon se quedará contigo.
-¿Por qué?
-Hablamos de una persona con poder en la información, así que él mismo pudo haber saboteado su información, no te expondré.
Suspiré asintiendo.
-¿Puedo ir a tomar algo? me muero de calor.
-Quédate con ella todo el rato- le ordenó a Lyon y se bajó, me dio la mano y bajé, besó mi cabeza y se metió primero al hotel.
Me enganché en el brazo de Lyon y él me miró un poco incómodo.
-No quiero que el señor me de un tiro en la frente.
-¿Así que tú y Penny?
-No se de que habla señora- dijo mientras caminábamos hacia el bar del hotel.
-Veo como se coquetean ¿te gusta? - indagué para ver si los sentimientos de mi amiga eran correspondidos.
-No tengo permitido relacionarme con mi entorno de trabajo.
-Pero...trabajas para Enzzo no para Penny.- tome asiento en la barra- Anda, dime ....¿te gusta?
Se aclaró la garganta y llamó al barman.
-Bienvenidos ¿que se servirán?
-Quiero algo con fresa, hielo y alcohol- él hombre asintió- ¿y tú?
-Un refresco, estoy trabajando.
-¿Entonces...Penny?
-Señora Romanov, no me ponga en está situación.
-Bien, ella me contó algo sobre cómo se sentía contigo pero si no me quieres decir, está bien, no te lo contaré- repiquetear los dedos en la barra, una mujer de vestido rojo muy corto con los pechos pronunciados, cabello castaño a la espalda, labios rojos, tacones muy altos pasó llamando la atención de todos, la intuición me golpeo.
-¿Es...algo malo?- miré a Lyon quien ha clavado sus ojos en sus manos- ¿Ella lloró?
-No te diré si no me dices tus intenciones.
-Carajo- me miró- es demasiado hermosa, tierna y atenta como para no enamorarme de ella, no sabe todo lo que me hace sentir.
Amplié mi sonrisa y me cubrí la boca ahogando mi grito de emoción, el barman dejó las bebidas y yo zarandee su brazo de emoción.
-Tienen que estar juntos, ella está enamorada de tí Lyon, tienes que decírselo, yo te doy permiso- bebí mi trago disfrutando del alcohol, mi labial rojo se marcó en el cristal.
Un olor riquísimo me invadió y giré mi cabeza hacia la mujer de vestido rojo que tomó asiento a mi lado, me miró y sonrió.
-No pude evitar ver tus zapatos ¿De dónde son?
-Son exclusivos, tengo un diseñador personal.
-¿Perteneces a la realeza o algo?
-Si, soy la reina de la Bratva, también dueña de Queen Elizabeth.
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Red Romance
Teen FictionEl balance perfecto entro lo bueno y lo malo. El poder y la venganza nace en el seno de una mujer. La soledad y el amor se verán perversos y oscuros.