ELIZABETH
Todos se quedaron de cotillas luego de contarle a Enzzo que mi padre quería conocerme, así que el trío se instaló sin invitación en nuestra casa.
-Quédate quieto.
Pasé la Bividi que tiene los agujeros más grande para su brazo con el cabestrillo Pero no dejaba de moverse y estaba perdiendo la paciencia.
-¡Enzzo!
-¡Ahhh, a la mierda!
Se quitó el cabestrillo y lo lanzó lejos, lo miré furiosa.
-No muevas un puto dedo, estoy harto de esa mierda- estiró lentamente el brazo, ya no tenía los puntos pero si una sutil cicatriz.- Joder....
-¿Te duele mucho?
-Me dolió más cuando no pude protegerte el Italiano maldito- dijo sin mirarme mientras abría y cerraba su mano.
Se terminó de poner la Bividi y me rodeó con sus dos brazos.
-Esto si es vida, poner una mano en tu maravilloso culo no es suficiente.
-Ay Enzzo, no tienes remedio.
-Normal, no sirvo para curar los males, yo los creo.
Me besó, un beso sin intenciones lascivas, solo un beso normal de pareja, se alejó y besó mi mejilla para luego recostar su cabeza en mi hombro.
-No me dejes, nunca más.
-Nunca más, te lo prometo.
Dieron dos golpes en la puerta.
-¿Si? - pregunté mientras le hacía mimos en el cabello a Enzzo.
-El almuerzo está listo señora- dijo Stephanie.
-Ahora vamos, Steph, gracias- besé la cabeza de mi marido y él suspiró profundamente.
-Que sepas que me importa una mierda si a tu papá no le parece que estemos juntos- se alejó y yo reí.
-Mi papá no interferirá en nuestra vida.
El comedor es una algarabía de risas y emociones lo que me recuerda que pronto será navidad y la casa no tiene ningún adorno, hace años no veo una casa decorada, ni en Italia, ni en casa de Robert se seguía esa tradición.
-¡CALLENSE!
Enzzo me abrió la silla y tomé asiento con una sonrisita.
-Porque cada que están en mi puñetera casa hablan y hablan, carajo...
-Tus hijos serán unos loros parlantes que tendrás que soportar por el resto de tu vida - amenazó Marie.
-No vamos a tener hijos, porque mi Karma hará que salgan como tú y me niego a tener que lidiar con eso.
-Cabron- le mostró su dedo medio y me crucé de brazos.
-Niños por favor- se quejó Victor.
Empezaron a servir y a todos se nos caían las babas por las suculentas costillas a la BBQ, todos empezaron a comer halagado la comida.
-¿Loki ya comió? - pregunté a Steph antes de que se vaya.
-Si, ya comió está durmiendo en el jardín.
-Vale, gracias.
Bebí un poco de vino y coloqué mi mano sobre su muñeca, él me miró mientras masticaba la carne de cerdo.
-¿Qué?- se limpió las comisuras.
-Navidad será pronto y, nunca en mi vida he tenido la casa decorada y me gustaría...
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Red Romance
Teen FictionEl balance perfecto entro lo bueno y lo malo. El poder y la venganza nace en el seno de una mujer. La soledad y el amor se verán perversos y oscuros.