CAPÍTULO #15

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ENZZO

La mujer que duerme entre mis brazos, la que tiene un paraíso en sus ojos, la que tiene heridas en el alma, la que tiene la capacidad de destruirme y aún así me arrastraría hacia ella para tenerla de vuelta en mi cama y en mi vida.

Y es por eso que no dejaré que siga sufriendo. Elizabeth tenía semanas en Italia sin consolar el sueño, duerme muy poco, grita y se asusta por las noches, y está no fue la excepción.

Aparte mi brazo con cuidado, la cubrí por completo y me metí a la regadera. Tomé una camiseta polo beige y pantalones formales, zapatos, lentes de sol, un Rolex y bajé para desayunar, Elizabeth dormirá hasta tarde supongo.

Hay mucho ruido en el jardín, miré a los cocineros y ellos apartaron la mirada, salí escuchando los reclamos de todos los adultos mientras los niños estaban sentados en el borde de la piscina.

-Callense.- no me hicieron caso.

-...un solo desayuno ¿Porque todos quieren comer algo?

-No, yo no voy a tomar café, quiero capuchino y panques orgánicos.

-¿Y es mamada que!? Mejor tocino, sándwiches con mantequilla.

-Eso es asqueroso, mejor fruta, algo más saludable.

-Niños un solo desayuno para todos, no es posible que todos quieran algo diferente.

-Yo solo quiero jugo de naranja.

-...pues yo no quiero eso.

-¡Oiga, ya basta!- volví a decir pero todos se gritan entre todos.

-...jodete Darina, eso es asqueroso.

-Tu solo quieres grasa...

Saqué mi arma de la cintura y disparé al cielo haciendo que todos griten. Finalmente me miraron.

-¿¡SE PUEDE SABER QUÉ COÑO LES PASA!? ¿¡SOIS UNOS PUTOS CRÍOS DE MIERDA QUE JODEN POR UN MALDITO DESAYUNO, ESTO NO ES UN PUTO RESTAURANTE!.

Se sentaron, incluso los niños vinieron corriendo.

-¡Steph!

La mujer llegó corriendo a mi lado.

-Quiero el desayuno en dos minutos, sirva lo que prepararon.

-Si señor Romanov.

Tiré de la silla y tomé asiento, guardé mi arma e intenté calmar mis enojos.

-Hoy me la llevaré, no puedo tenerla así en casa, serán dos meses, en lo que está listo el edificio donde ella trabajará con su marca. Así que no le digan nada, despidanse los que tengan que despedirse y Margarita te llevará a Arthur por dos meses.

-Si Enzzo.

-Ahora traguen en silencio, no quiero escucharlos.

Elizabeth apareció al final del desayuno visitando sencilla y con deportivos, también con maquillaje sutil y su cabello suelto. Me abrazó por detrás y después dejó un beso en mi mejilla, aún estábamos en la mesa conversando.

-Hola.

Eddie se recostó sobre mi brazo, lo tomé en brazos y lo senté sobre mi regazo, Elizabeth se ha sentado hasta el otro lado junto a su madre y Marie.

-¿Cuánto me vas a pedir ahora?

-Creí que mi hermana iba a ser buena pero solo veo que quiere al niño nuevo.

-Tu comportamiento no es adecuado, te portas mal y ella reacciona, a Elizabeth no le gusta que seas malo con Arthur.

-¿Y que tiene ese Arthur que yo no?

Red RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora