𝟎𝟐 | stand by me

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Un insistente sonido del timbre en la puerta principal, seguido del grito de Petunia, levantó a Hallie de su siesta de mediodía

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Un insistente sonido del timbre en la puerta principal, seguido del grito de Petunia, levantó a Hallie de su siesta de mediodía.

- Basta, basta - se quejó bajando las escaleras - Si sigues así espantarás a todos los animales de la zona con tus gritos.

- Ve a abrir la puerta mocosa.

- ¿Acaso no puedes hacerlo tú?

- Tengo las manos ocupadas - Petunia se pintaba las uñas

Hallie soltó un suspiro aguantando sus ganas de golpearla y abrió la puerta esperando encontrarse con el cartero, un vecino chismoso o hasta la tía Marge aun así el solo pensamiento de lo último la hizo temblar del miedo, pero nada de eso la esperaba en el recibidor de la puerta más que una hermosa y familiar sonrisa.

- ¿Qué diabl...?

- Hola a ti también, Ophelia.

Hallie volteó a ver que su tía Petunia se había asomado a ver quién se encontraba, pero rápidamente cerró la puerta tras ella. Lo que menos quería era que la mujer se dirigiera a él de manera grosera por ser su novio.

- ¿Qué haces aquí?

- ¿Ni un beso ni nada? - bromeó él. Hallie se cruzó de brazos entrecerrando los ojos. Él alzó las manos en señal de rendición - Mis padres y yo vinimos de visita a Londres por unos amigos de la familia cuando recordé que tú vivías aquí, así que solo seguí la dirección postal de las cartas y heme aquí - al ver que Hallie no respondía se apresuró en responder - No quiero molestar...

- ¡No! No es eso, es solo que... Te arriesgaste a perderte en un lugar que no conocías por visitarme.

- No me perdí - Hallie le dirigió una mirada de «no te creo» - De acuerdo, tal vez si me haya perdido un poquito pero nada de qué preocuparse.

Hallie negó y justo allí pudo notar la apariencia de su novio. Abrió los ojos grandemente al ver cómo estaba vestido. Llevaba una franela sin mangas mil veces más grande que su talla que decía "I LOVE, LONDON" en letras gigantes y coloridas junto a una gorra de turista a juego con la misma frase. También llevaba unos shorts color caqui (tal vez lo más normal en su atuendo) pero luego su vista bajaba a sus pies para encontrarse medias largas con estampado de coronas que supuso que hacían alusión a la reina y unos zapatos deportivos oscuros.

Hallie no pudo evitarlo y soltó una fuerte risa que hasta la sorprendió a ella misma, instantáneamente cubrió su boca en un intento de contenerla.

- ¿Qué sucede? - preguntó el inocente.

- ¿Amas mucho a Londres o a una chica llamada London? - dijo con una sonrisa divertida.

- ¿A qué te...? - pero el castaño bajó la cabeza para examinarse y rápidamente su rostro se tornó tan rojo como un tomate - ¡por Hufflepuff! Había olvidado esto completamente. Mi padre, como un turista fanático, decidió entrar a una tienda de recuerdos luego de visitar el Big Ben, arrastrándonos a mezclarnos con los demás muggles. Qué vergüenza.

𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 | 𝐝𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐦𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora