𝟎𝟗 | rompete una pierna

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Hallie se despertó pronto el sábado por la mañana y se quedó un rato en la cama pensando en el partido de quidditch

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Hallie se despertó pronto el sábado por la mañana y se quedó un rato en la cama pensando en el partido de quidditch. Se ponía nerviosa, sobre todo al imaginar lo que diría Wood si Gryffindor perdía, pero también al pensar que tendrían que enfrentarse a un equipo que iría montado en las escobas de carreras más veloces que había en el mercado. Nunca había tenido tantas ganas de vencer a Slytherin y ahora más que cierto platinado estaba en el equipo aprovecharía su enojo reprimido hacia él en el campo de juego.

Después de asearse y vestirse con el uniforme de Quidditch bajó temprano a desayunar. Allí encontró al resto del equipo de Gryffindor, apiñado en torno a la gran mesa vacía. Todos estaban nerviosos y apenas hablaban.

Cuando faltaba poco para las once, el colegio en plena mañana empezó a dirigirse hacia el estadio de quidditch. Cuando los mellizos iban hacia los vestuarios, Ron y Hermione se acercaron corriendo a desearles buena suerte y luego irse. Harry detuvo su camino al ver a su hermana agachada.

- Adelántate - le dijo, señalando a las agujetas de sus botas marrones. El asintió y se alejó.

Cuando Hallie estuvo lista un carraspeó la hizo levantar la vista. Otra vez Draco estaba frente a ella.

- Hola - saludó y ella correspondió - Quería... desearte suerte.

- No la necesito - dijo con orgullo - En todo caso yo debería deseártela a ti, es muy obvio que hoy los leones derrotaran a las serpientes.

- Quisieras...- bufó el platinado - soy el mejor jugador que verás en tu vida.

- Son solo palabras, yo necesito acciones. Muéstrame lo que tienes en el campo de juego.

- Te aseguro que te sorprenderás. No puedo esperar ver la cara de San Potter cuando tenga la Snitch dorada en mis manos.

- Sueñas despierto, Draco - contestó la pelinegra y Draco pudo percibir la pequeña sonrisa burlona en sus labios. Eso lo alegro ya que tenía semanas sin verla sonreír a causa de él.

Cuando estuvo a punto de agregar algo notó como a sus compañeros lo buscaban a la distancia.

- Debo irme. Rómpete una pierna - le dijo con una sonrisa burlona antes de alejarse de ella corriendo.

[....]

Los jugadores se sentaron a recibir la habitual inyección de ánimo que Wood les daba antes de cada partido.

- Los de Slytherin tienen mejores escobas que nosotros - comenzó - eso no se puede negar. Pero nosotros tenemos mejores jugadores sobre las escobas. Hemos entrenado más que ellos y hemos volado bajo todas las circunstancias climatológicas

Era cierto. Literalmente tuvieron entrenamientos hasta en medio de la lluvia.

»... Y vamos a hacer que se arrepientan del día en que dejaron que ese pequeño canalla, Malfoy, les comprara un puesto en el equipo.

𝐌𝐄𝐋𝐋𝐈𝐙𝐎𝐒 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 | 𝐝𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐦𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora