Cocodrilo

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Antes de comenzar: Esta historia es corta, pero va ligada al capítulo Broma del fic Segundas Oportunidades, también HadesxMaléfica.

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Maléfica y Hades salieron de su castigo cansados y hartos. Toda su mañana de sábado la habían pasado reorganizado los libros de la biblioteca y limpiando el lugar para dejarlo presentable al iniciar la semana.

Para alguien como ellos, no asistir a un estúpido castigo impuesto por el director sería sencillo en cualquier otra situación, pero en esa Academia el mandamás era uno de los hechiceros más experimentados que existían.

Así que, por supuesto, la magia estaba involucrada en el cumplimiento del deber.

-Juro que si ese anciano vuelve a hechizarme, le atravesaré los ojos con un rosal.

-Olvídalo, Mallie. Sólo debemos ser más cuidadosos para la siguiente vez.

Hades tomó la mano de su novia y la dirigió hacia el patio donde a esas horas seguramente su grupo ya debería estar almorzando.

-Tardaron mucho ¿Cómo les fue con el castigo del viejo? -preguntó Morgie ofreciéndoles una charola cubierta aunque con la comida ya tibia

-Del asco. -se quejó Maléfica- Aún no puedo entender cómo se dio cuenta.

-Ay, sweetheart, pues es que sólo a ustedes se les ocurre meterse a la biblioteca a tener sexo a las 2 de la mañana

Todos miraron inquisidoramente a James Hook. Morgie y Uliana habían estado ignorando el problema que había llevado a Hades y a Maléfica a trabajar durante toda su mañana por una simple razón: la pareja nunca dijo el porqué estaban sancionados.

Maléfica presionó el tenedor que tenía en sus manos, doblándolo con facilidad.

-Maldito bastardo. Fuiste tú, ¿cierto?

Hook rio cínicamente y luego se inclinó sobre la mesa hasta tocar el pelo de Maléfica con su garfio.

-¿Y qué si fui yo, preciosa? ¿No crees que tengo razones para hacerlo después de tu traición de la semana pasada?

-No

-Claro que sí

-¡Claro que no!-gritaron todos

- Oh por favor, ganarte en el UNO no es una traición ni razón alguna para echarlos de cabeza, James. Eres un pésimo jugador, por eso perdiste. -menciona Uliana

-Como sea, esto ya no tiene sentido ahora - dijo Hades estoico llevándose una goma de mascar a la boca- el castigo ya está cumplido

-¿Lo ves, Mallie? A Carita hermosa no le importó que los delatara. Así que dejemos este tema.

Hook siguió su almuerzo mientras los iris verdes de Maléfica se cruzaron con los de su novio. Él le guiñó el ojo y ella emitió una leve pero malévola sonrisa.

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Hook tronó su cuello y sobó uno de sus hombros. La tarde había sido pesada por el entrenamiento de Tourney que Hades se empeñó en volver complicado por sus insistentes bloqueos y tacleadas, y se volvió peor cuando lo abandonó, dejándolo solo para levantar todo el equipamiento.

A esas horas, lo único que deseaba era darse un baño y meterse a la cama.

Abrió la puerta de su habitación y se metió sin encender la luz. Hook empezaba a desatornillar su garfio cuando él tétrico sonido de un reloj tic tac albergó todo el lugar.

Él comenzó a hiperventilar. En el agua ese maldito sonido tenía un dueño, pero en su habitación no había nada que pudiera provocarlo.

Intentó girar el pomo de la puerta para salir del lugar, pero la encontró bloqueada. Se giró lentamente, con las piernas temblando y se encontró cara a cara con su peor pesadilla.

Ese maldito cocodrilo.

Un grito consumió gran parte del aire de sus pulmones mientras huía en círculos de su mordida y en cuanto por fin vio una ruta de escape, saltó por su ventana en el primer piso rompiendo el vidrio.

Él cayó clavándose algunos fragmentos del cristal en la espalda, pero no le dio tiempo de padecer sus heridas cuando él cocodrilo ya intentaba salir de la ventana.

Él volvió a gritar y lágrimas de desesperación comenzaron a salir de sus ojos. Sin embargo cuando el animal tenía medio cuerpo fuera, desapareció en una nube de humo verde.

Apenas con un segundo para procesar su salvación, Hook comenzó a escuchar las risas perversas de dos personas.

Al levantar su rostro se encontró con la silueta de Hades tomando de la cintura a Maléfica. Sus imágenes completamente negras ante la creciente oscuridad de la noche contrastaba con sus miradas brillando diabólicamente.

-¿Aprendimos algo hoy, sweetheart? -se burló la voz femenina

James Hook había aprendido que no debía traicionarlos nuevamente.

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Hey!
Qué tal? Desde que publiqué el capítulo de Broma, tenía hartas ganas de escribir esta pequeña escena pero sentí que en Segundas Oportunidades no encajaba tan bien como aquí.

Seeya!

Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora