Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)

Malestar pt. 3

Hades apareció de nueva cuenta en el jardín trasero de la Academia Merlín donde Morgie y Hook aún continuaban conversando, esta vez con Uliana sentada para completar el círculo.

Junto a él venía alguien más, un joven de aspecto relajado que apenas llevaba unos jeans rotos y una camiseta blanca de tirantes, quien parecía fascinado por la simpleza y belleza de un jardín bien cuidado.

—Qué encantador lugar escogiste para evitar tus deberes en tu reino. Es mucho más... vivo. — comentó Hermes.

—Mhjh

Hades se aproximó con seguridad al grupo de villanos que reía por algo que estaba contando Morgie. En su camino, Hermes notó que ambos arrancaban miradas con sólo su caminar y que un par de chicas se acomodaba el cabello al verlos pasar junto a ellas.

— Hey, Hades! — Saludó Morgie — ¿Dónde te habías metido?

— En mi Reino— Dijo en un tono seco, casi grosero — ¿Dónde está su amiga de cuernos?

— ¿Maléfica? Hace un rato dijo que iría a la cafetería. ¿Quién es tu amigo?

— Hermes, mensajero de los Dioses.

El joven de rizos dorados hizo una especie de saludo llevando dos de sus dedos a la frente y guiñó hacia el grupo antes de sentarse frente a ellos. Su actitud despreocupada contrastaba fuertemente con la tensión que Hades parecía cargar sobre sus hombros en todo momento.

— Hook — llamó Hades. Su tono ahora involucraba curiosidad— ¿Eres pareja de Maléfica?

El aludido enarcó una ceja. Una parte de él quería reír tan sólo de pensar en la posibilidad de tener una relación sería, pero otra se sentía fascinado por investigar la razón que lo había llevado a esa conclusión

— La monogamia no es para mi, ¿por qué lo preguntas?

— Los vi besarse

— ¿Y qué?

— Eso hacen los humanos cuando son pareja, ¿cierto Hermes?

— Ajá

Morgie río a labios cerrados, casi escupiendo por el impacto inicial del aire escapando por su garganta.

— Qué idiotas son los Dioses— dijo Uliana— aquí las personas se besan sin necesidad de ser pareja, de preferencia teniendo el consentimiento de ambos.

— Entonces — intervino Hermes, con uno de sus dedos presionando su labio inferior— ¿No la cortejaste, la violaste o procreaste con ella?

Uliana y Morgie dejaron de contener las risas mientras el pirata abría la boca en una especie de indignación falsa.

— ¡Claro que no! — dijo Hook de forma sobreactuada— ... Bueno, le dije que si quería podíamos pasarla bien en mi cama, pero creo que no aceptará.

Con esas palabras, Hades sintió un pequeño peso quitándose de encima, tal como si fuera algo que dejara de aplastar su pecho.

— ¿Acaso los dioses no se besan si no hay sexo involucrado? — cuestionó el hechicero rubio

— Pff, no, duh. —se burló Hermes— Incluso durante el sexo ni siquiera es necesario besarse... o conocer a la persona en cuestión

— Qué asco

— Bien. Entonces supongo que no tendrá nada de malo hacer las pruebas.

Hades se volvió a Hermes e hizo un gesto de desidia antes de hincarse frente a Morgie, que era el más cercano, y tomarlo del cuello para atraerlo a él y besarlo por cuestión de un segundo.