Celos pt. 3

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Mente se sentó en las gradas aledañas al campo de tourney  aún intentando sin éxito entender las reglas del juego. 

Mientras él terminaba de colocarse la playera de su equipo, Mente no pudo evitar observarlo de arriba abajo. En el río Cocito se hablaba muy poco del Señor del Inframundo, pues nadie que tuviera dos dedos de frente se atrevía a pronunciar su nombre. Algunos decían que era cruel y despiadado y otros más que era en realidad alguien severo pero justo.

Ninguno de los rumores hablaba de lo que él en su forma humana hacía fuera de sus dominios, pero Hades estaba resultando ser más interesante de lo que pensaba. Como lo había supuesto, por tratarse de un dios estaba dotado de inteligencia y habilidades físicas sin igual en esa escuela, pero también era bastante atractivo físicamente. El único problema era que había tenido una relación "estable" y reciente con una simple hada.

Por un momento pensó que si eso se hubiera sabido en el Olimpo, sus hermanos se hubieran burlado de él por la monogamia, pero poniendo ese asunto de lado, estaba segura de que ser pareja de uno de los dioses principales traería muchas ventajas.

Cuando Hades le propuso pasar el tiempo juntos no se había podido negar. El trato era simple, ella únicamente lo acompañaría y lo obedecería en lo que fuera que le pidiera, tal como un sirviente a su amo. A cambio de eso, pagaría toda su educación en la Academia Merlín y haría que su vida fuera algo más que sólo ser abusada por sátiros.

Y eso le gustaba. Por lo tanto, Hades le gustaba.

El plan que él tenía en mente, al parecer, no estaba funcionando como lo tenía previsto pues su ex novia no había ni siquiera dicho una palabra sobre lo que parecía estar pasando entre los dos. Lo cual para Mente significaba solamente una cosa: camino libre. Si lograba enamorar al Dios del Inframundo, ella tendría el futuro resuelto.

En cuanto Hades terminó de arreglarse con el bobo y colorido uniforme de Tourney y partió al campo, ella aprovechó para cubrirse los hombros con su chaqueta de cuero negro y se acomodó para verlo en acción.

-Infierno, llegas quince minutos después del límite. -Evidenció Hook, quien se había retirado el Garfio para la práctica.

- No moleste, capitán

-Te perdonaré la media hora de entrenamiento adicional para la siguiente vez si me cuentas qué pasa con esa hermosura que te cargas

-Agradezco el halago de tu parte, pero no eres mi tipo.

-¡Hablo de Mente! ¿Me dirás que solamente estás con ella por ser agradable?

Hades rió. En realidad la actitud dulce de la ninfa se le hacía insoportable por ratos.

-Creo que tendré que correr media hora más para la siguiente ocasión.

-Maldito egoísta. Al suelo y quiero ver ese bello rostro besando el piso en cada lagartija.

James se cruzó de brazos y colocó uno de sus pies sobre la espalda de Hades mientras hacía flexiones. El tourney era el único momento en el que Hook podía sentirse el primero al mando y no un simple secuaz.

Sí, Hades lo superaba en fuerza y en cuestiones artísticas como la música, pero Hook irónicamente era por mucho superior en deportes.

-¿Sabes qué, Dear? -comenzó quitando el pie de su espalda- Soy un capitán piadoso y creo que no será necesario el entrenamiento extra. Suficiente castigo tienes con eso...

Hades se detuvo y se hincó para ver como Hook parecía estar atento a la lejanía. Siguiendo su mirada se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

-¿Qué caraj...? - mencionó Hades antes de perderse en la imagen.

Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora