Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)

Despertar

Antes de comenzar: Este capítulo contiene leves menciones sexuales. Si no te gustan este tipo de temas favor omitir este oneshot.  

Este capítulo está inspirado en el prompt 21 (Despertar juntos) del "Flufftober" de Es de Fanfics. En teoría debería publicarlo el 21 de octubre, pero no me pude resistir. 

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Hades abrió los ojos a la nueva mañana. Aunque no había luz de sol o de luna ahí abajo en el Inframundo, su reloj biológico le indicaba que era hora de despertar. Las sábanas frescas su almohada tan suave le indicaba que no se encontraba en el intento de cama de la Academia Merlín, sino en su Reino.

Sin embargo lo primero que vio, a diferencia de otras veces, no fueron las paredes oscuras, sus elegantes candelabros ni sus adornos de plata. No, lo primero que vio fue la espalda desnuda de su novia, mostrándole las cicatrices donde deberían estar sus alas.

Ella aún dormía plácidamente, con sus cuernos estratégicamente colocados sobre la almohada para poder descansar incluso de lado. A él le encantaba que se quedara a dormir, porque al despertar no se sentía solo y cuando ella se iba, su olor perduraba por un par de días más en su almohada.

Se concentró en su respirar. Era tan sereno y tranquilo que se le hizo irreal. Él estaba acostumbrado a que todos huyeran de él, a que todos le temieran e incluso a que entre dioses malinterpretaran su esencia y su reino.

Pero ella no hacía nada de eso. Ella estaba ahí por voluntad propia con él y por él. Con ella, Hades se sentía por fin digno y merecedor de un poco de la felicidad que existía en el mundo. 

Se acercó hasta pegar su pecho contra la espalda de ella y la abrazó con ternura. Sentirla así era casi glorioso, el tacto de la suave piel contra la suya era maravilloso y él olor propio de su cuerpo lo perdía por completo.

Si cualquier otro Dios lo viera perdidamente enamorado, seguramente se burlaría por tener un sentimiento tan humano. Pero lo estaba, estaba tan loco por esa hada que era capaz de quemar el mundo entero si se lo pidiera.

Hades se acurrucó al tiempo en que depositó suaves besos en sus hombros. Su mano exploró la piel de su novia con más cariño que morbo, recorriendo desde sus pechos -donde se detuvo por unos momentos-, pasando por el abdomen y terminando en la parte más ancha de sus caderas.

—Es muy temprano — susurró adormilada, pero con una sonrisa en el rostro.

—¿Te molesta, mi amor? — preguntó moviendo un poco su cabello para besar la unión de su cuello y su espalda.

Maléfica alcanzaba a escuchar cada respiración y tronido de los labios de Hades contra su piel. Él emitía pequeñas risas demostrándole que era feliz tan sólo por respirar el olor de su cabello y eso la hizo liberar un gran suspiro, como si con eso diera a entender que estaba completamente cómoda a su lado.

—Es una excelente forma de despertar... pero es domingo

—Sólo sigue durmiendo

Bajo las sábanas Hades continuaba trazando su recorrido con las manos con suavidad, desde su cadera hacia su pelvis, subiendo de nuevo hasta su cintura. Su propósito no era ningún otro más que disfrutar de su compañía y comprobar que no era un sueño.

Sin embargo, fue Maléfica quien aún con ojos cerrados, tomó la mano de Hades y la bajó hasta la altura de su pubis.

— ¿Segura?— preguntó besando sus hombros de nueva cuenta

Ella sólo asintió con un sonido en la garganta. Hades se había reprimido a pesar de sentirse preparado, pero cuando sintió que ella acomodó su cadera, él maniobró para poder entrar en ella sin moverla demasiado.

El gemido fue suave y al unísono.

Él movió la cadera lentamente, no quería arruinar el momento con intensidades innecesarias y sobre todo, no quería dejar de abrazarla.

—-Me encanta despertar a tu lado — reveló entre gemidos con la mano sobre los pechos de Maléfica– quédate más seguido

Hades se acomodó un poco sobre su mismo lugar, sólo lo suficiente para tener un mejor acceso. Cada roce de su piel, cada beso en su cuello y cada exhalación del dios contra su oreja hacía que Maléfica se sintiera plena.

— No tienes por qué dormir en la Academia — Pidió en un tono bajo, cuando la vio reprimir sus gemidos contra la almohada— Múdate conmigo, vive aquí.

Hades la presionó con fuerzas del abdomen y gruñó en su oído en cuanto logró acabar dentro de ella. Escucharlo disfrutar siempre le daba escalofríos a ella, por lo relajado y frágil que se dejaba sentir a su lado.

—Lo que tú quieres es hacerlo cada que tengas oportunidad — se rió

Él reposó su barbilla sobre los hombros de Maléfica y la atrajo hacia sí.Luego empezó a hablar con el tono más suave pero serio que podía.

—No. Lo que quiero es tenerte a mi lado cuando despierto y poder abrazarte... Contigo no me siento solo en este maldito lugar.

Maléfica tardó un par de segundos, pero se giró hacia él para abrazarlo por la cintura y hundir su rostro entre su pecho.

— No sabes cuánto te amo, Mal.

Hades besó cada uno de los cuernos de la darkfae y luego cerró los ojos para volver a dormitar con ella entre sus brazos.

— No te vayas nunca. 

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Hey! cómo están? Hoy hubo doble actualización (Malestar pt. 3 y esta) por si sólo les llegó esta notificación, hay una historia antes.

Fue mi intento de fluff xD a mi no se me dan mucho las cosas románticas :'v pero creo que quedó bonito.

See ya!