Sorpresa

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Antes de comenzar: Esta historia está ligada a Segundas Oportunidades.

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Maléfica se dirigía a otro edificio del campus cuando Hades salió detrás de una columna y la abrazó por la espalda. Era viernes y él siempre estaba de excelente humor por el fin de semana, por lo que a Maléfica no le sorprendió su repentina muestra de cariño.

– ¿Te he dicho lo hermosa y atemorizante que te ves? - Dijo acercándose a su oído mientras comenzaba a caminar sin dejar de abrazarla.

– No desde ayer.

– Te ves hermosa, atemorizante y perfecta– Susurró, colocando una voz más gruesa y sensual

Maléfica sonrió rodando los ojos, sintiendo que Hades comenzaba a besar su mejilla insistentemente.

– ¿Hiciste algo malo sin mi o por qué eres tan cariñoso en público?

– ¿Un humilde Dios no puede estar feliz por ver a su novia?

– Nunca luces feliz en público, al menos.

Hades aprovechó que habían llegado a otra columna para poder apresarla contra esta con su cuerpo. Recargó una de sus manos a un lado de los cuernos de Maléfica y con la otra mano la tomó de la cintura.

– ¿Sabes? Tuve un sueño contigo

– Por favor dime que tenía ropa.

– Sí la tenías. Pero ese sueño me hizo pensar que tal vez tú y yo podríamos salir de la academia esta noche. Ya sabes, ir a cenar, conversar... irnos lejos a donde sólo estemos tú y yo.

Maléfica se pasó la lengua por los dientes ante la idea. Hacía mucho tiempo que los dos no salían solos, pues normalmente los viernes por la noche se la pasaban en la guarida de Uliana en la Laguna Negra.

– ¿Y podemos cenar lo que yo quiera?

– Lo que tú quieras, mi amor.

– ¿También a ti?- coqueteó, jugando con el arete de la oreja derecha de su novio.

– Es una posibilidad...– respondió con un beso corto– Aunque tengo otras cosas en mente. ¿Entonces? ¿Pasó por ti a las 9:00pm?

– A las 8:00pm

– 8:00 p.m., anotado. Entonces debo apresurarme.

Hades la tomó con más fuerza, le dio un beso profundo a modo de despedida y con un simple "Nos vemos en la noche" desapareció por los pasillos de la Academia.

...

A Maléfica no le quitaban la idea de que todo el día Hades y el resto de su equipo habían estado actuando raro. Pero no tenía tiempo para pensar en tonterías. Eran casi las ocho de la noche y no sabía qué tan convencida estaba de su atuendo.

Era una cita con Hades, a él no le importaría qué llevara puesto, pero Morgie había insistido en que si iban a salir solos después de tanto tiempo por lo menos debería hacer un esfuerzo y arreglarse un poco para la ocasión sin importar a dónde iban.

Así que después de arreglar su cabello, terminó de ponerse delineador negro en su línea de agua y se desarrugó el vestido negro con las manos.

A las ocho en punto, Hades tocó la puerta de la habitación. Él también se había arreglado para la ocasión y, aunque aún llevaba su chamarra de estoperoles favorita, esa vez había optado por usar una camisa gris oscuro y unos pantalones mucho más formales.

– ¿Estoy tan mal? – Preguntó Maléfica cuando notó que se había quedado sin reaccionar por más de veinte segundos.

Él tragó pesado y negó con la cabeza, completamente embobado por la imagen de su novia.

Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora