La peor parte de que Maléfica se hubiera vuelto humana de nuevo, era tener que encontrársela. Él intentaba con todas sus fuerzas que ella no lo sacara de sus cabales, pero es que su simple existencia y su respirar lo hacían enojar, y la frustración era aún mayor cuando se juntaba con todo lo que estaba rodeando esa situación.
Hades estaba parado en la sombra de un kiosko ubicado en el patio trasero del Palacio Real de Auradon central. Él observaba a su hija ir de aquí para allá tomada del brazo de Adam Bestia mientras hablaban de cosas que él no alcanzaba a escuchar.
Los dos parecían muy felices juntos y eso en definitiva le estaba generando una sensación de vacío en el estómago que no había sentido en mucho tiempo.
En un inicio había pensado que lo peor era la forma en que su hija le había pedido que la esperara mientras terminaba asuntos "extremadamente importantes" que involucraban desfilar enfrente suyo con el hombre que le arruinó la vida, pero en realidad lo peor fue cuando Maléfica apareció a su lado con una limonada mineral en su mano derecha y se sentó sobre la mesa para observar.
De eso, hacía sólo cinco minutos.
CINCO MINUTOS EN LOS QUE ELLA NO DEJABA DE BURLARSE DE ÉL.
— ¿Quieres callarte de una vez? — preguntó Hades, intentando no levantar demasiado la voz — Te escuchas como una urraca agonizando.
— En realidad, es divertido —sentenció antes de tomar un sorbo de su limonada — Eso es lo que ganas por abandonarla durante tantos años: que te sustituyan.
— Mal no me ha sustituido, vieja bruja. Ella me invitó a comer hoy.
— Pero no está contigo. No parece que le importes mucho, en realidad.
Hades puso los ojos en blanco. Aunque sabía perfectamente que su hija no le guardaba rencores y que lo quería, las palabras de Maléfica siempre lograban bajar su guardia, pues siempre sabía dónde atacar.
— Por el contrario, ella se la pasa abrazando a ese perro pulgoso cada que tiene la oportunidad.
— Y supongo que a ti no.
Ella se sumió de hombros.
— Al menos a mí me tiene viviendo con ella.
Maléfica volvió a reír con ese tono mezclado de burla y maldad que taladraba los oídos de Hades cual pájaro carpintero. Completamente harto de la situación, él le arrebató el vaso de limonada y se lo vertió encima de su cabeza.
— Oye tú, maldito hijo de...
La hechicera saltó de su lugar en la mesa y se abalanzó contra el dios, sin embargo él sólo necesito estirar el brazo y tomar la frente de Maléfica con su mano para mantenerla alejada. Debido a su gran diferencia de tamaños, ella parecía una niña queriendo alcanzar un dulce protegido por una barrera imposible de mover.
— ¿Qué sucede? ¿La cucaracha no es lo suficientemente fuerte para mover mi mano?
— ¡Estúpido mastodonte!
Él se rio cuando ella intentó avanzar y él quitó la mano, provocando que cayera hincada frente a él.
— Oh, Malie, no seas indecente. Si querías estar así frente a mí de nuevo sólo me lo hubieras dicho. Hubiera pensado en considerarlo.
— Ni lo sueñes.
Maléfica encendió su mirada, con el coraje recorriéndole los intestinos y, mientras él reía, ella atinó un golpe a puño cerrado en su entrepierna que lo derrumbó en el pasto.
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Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)
Fiksi PenggemarEl amor no era para villanos, pero ellos parecían ser la excepción / Oneshots e historias cortas con o sin relación entre sí sobre la relación de Hades x Maléfica en el mundo Descendientes. /