La oscuridad lo rodea, lo consume como si escalara por su piel y lo envuelve hasta convertirse en una máscara. No escucha nada, o al menos eso parece, pues se ha acostumbrado tanto al eco distante de los latidos del corazón de su padre que le parece normal.
Las paredes que lo aprisionan palpitan, a veces extendiéndose, a veces apretándolo. Él es sólo un bebé que apenas ha cobrado consciencia de su propio cuerpo y sus movimientos cuando se da cuenta de que no puede escapar, pero que no está solo.
Entonces los ecos de los órganos de Cronos no es lo único que identifica. Entre esa oscuridad un coro de voces apenas con fuerzas se lamentan y claman por piedad.
Él nunca ha visto la luz, pero aún así la añora. Añora la libertad como si alguna vez la hubiera tenido. Es sólo un niño cuando entre la oscuridad a la que él y sus hermanas se han acostumbrado aparece el llanto de uno más.
Siente el calor del ácido amenazando sus pies, pero ese imbécil no se atreve a digerirlo, no se atreve a eliminarlo. No le conviene, no lo quiere muerto. Lo quiere vivo únicamente atrapado en su estómago para poder recordarle lo frágil e inútil de su simple existencia.
Y a pesar de que esa realidad aparece sólo en su memoria, en el mundo real su cuerpo físico está sudando, girándose insistentemente ante el peso de la imaginación. No puede abrir los ojos, no puede despertar, no puede liberarse.
Aprieta las sábanas, se encoge en posición fetal y de pronto su rostro comienza a bañarse de lágrimas que no puede controlar. Los sollozos empiezan a ser lamentos que aumentan conforme siente como esa oscuridad lo desgarra desde las entrañas y lo llena de impotencia.
Está a punto de gritar hasta quedar afónico cuando entre tanta oscuridad, Hades logra encontrar un luz y una voz que le dice que tiene que despertar.
Maléfica lo conoce, ha estado durmiendo a su lado esporádicamente durante meses. Y aunque ella no es la persona más romántica o tierna que existe, por él logra dejar esas apariencias atrás.
Lo abraza tan fuerte como puede, repitiendo una y otra vez que es sólo un sueño, que no está ni estará encerrado nunca más. Besa su mejilla con insistencia, acaricia su cabello y lo toma de la mano implorando que regrese con ella al presente.
La dulzura en su tono lo va calmando conforme pasan los minutos. Ella no lo suelta, al contrario, logra colarse al otro lado de la cama y cargar sus brazos para quedar prisionera de su cuerpo. Pega su rostro a la altura de su corazón teniendo cuidado con sus cuernos y escucha como la taquicardia disminuye poco a poco.
Tras lo que parece una eternidad para ambos, él logra despertar, volviendo a la realidad súbitamente.
Entonces la ve, tan presente y tan real, abrazándolo con tanto cariño que pareciera que sus cuerpos son dos mitades que fueron hechas para encontrarse.
Quiere agradecerle y pedirle que se quede para siempre, pero las palabras se atoran en su garganta. Así que se limita a abrazarla tan intenso como un niño a su peluche favorito y mientras comienza a dormitar, atina a decir un "Te amo" que sabe que no es suficiente para describir lo que realmente siente por ella.
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Hey! qué tal?
Quería publicar la historia de la biblioteca (referencia a Cocodrilo), pero cuando me puse a revisar me di cuenta que tenía ya este borrador desde que escribi Cicatrices.
:'v justo quería algo tierno para ellos y el hecho de que Mals le hubiera hecho calmarse se me hace de lo más bonito, pero ustedes tienen la ultima palabra jaja
Nos leemos, espero que por la noche con el capítulo de la biblioteca.
Seeya!
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Historia de un amor agridulce (Hades x Maléfica)
FanficEl amor no era para villanos, pero ellos parecían ser la excepción / Oneshots e historias cortas con o sin relación entre sí sobre la relación de Hades x Maléfica en el mundo Descendientes. /