Hay un nuevo concepto que descubrí hace poco el cual es la "persona puente" y que se experimentan en el ámbito de las relaciones, especialmente en las que surgen en momentos de vulnerabilidad. Esta idea se refiere a una persona que, sin darse cuenta, se convierte en el enlace entre una relación fallida y una nueva etapa amorosa para alguien más. Para simplificarlo, esta persona actúa como un puente para que la otra persona pueda sanar y seguir con su vida.
Cuando alguien atraviesa una ruptura dolorosa, es común que busque apoyo emocional en personas que son empáticas y comprensivas. Estas personas "puente" suelen ser individuos generosos, dispuestos a ofrecer consuelo y compañía sin pedir nada a cambio. Sin embargo, su papel, aunque bondadoso, puede tener un impacto emocional dañino. Incluso es posible que a medida que brindan apoyo, desarrollen sentimientos más profundos hacia la persona que están ayudando. Pero, en muchos casos, estos sentimientos no son correspondidos de la misma manera, ya que la persona en proceso de sanar puede estar buscando simplemente un alivio temporal de su dolor.
El problema surge cuando, después de haber recibido el apoyo y haber sanado, la persona que fue consolada se va porque encuentra a alguien nuevo con quien iniciar una relación amorosa. En ese momento la persona que le ha ayudado en todo lo que ha podido se queda con un vacío, sintiéndose usada y desechada, cosa que es totalmente comprensible. Este sentimiento de haber sido una simple herramienta para la sanación de otro puede ser muy doloroso incluso como si fuera una ruptura de pareja.
El dolor que experimentan no solo proviene del abandono, sino también del hecho de que sus propios sentimientos no fueron considerados en la ecuación. Es un golpe doble: por un lado, perder a alguien en quien, tal vez, comenzaron a confiar, y por otro, la realización de que fueron vistos solo como un medio para seguir adelante.
Aunque el papel de este tipo de personas puede ser doloroso, también puede ser una oportunidad para aprender y crecer. Entender que la vulnerabilidad de los demás no debe ser la base para nuestras propias expectativas emocionales es una lección importante. Además, es importante recordar que no se puede controlar cómo los demás manejan sus emociones o sus relaciones, pero sí se puede elegir cómo reaccionar y proteger el propio bienestar emocional.
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Just thoughts
RandomEste libro está compuesto por una colección de sentimientos y pensamientos que han transitado por mi mente a lo largo del tiempo. Cada texto representa un reflejo de mis experiencias y reflexiones, capturando momentos de introspección y exploración...